La Oral Deportiva
·25 de abril de 2024
In partnership with
Yahoo sportsLa Oral Deportiva
·25 de abril de 2024
Foto: Pedro Vilella/Getty Image
En las gargantas de los relatores uruguayos y en las redacciones de los medios escritos quedó pronta y sin usar la frase “a lo Peñarol“, porque el aurinegro perdió 3-2 en su visita a Atlético Mineiro por la fecha 3 de la Copa Libertadores pero estuvo a punto de empatar con una media hora final excelente.
Si hay algo en lo que Pep Guardiola le hizo mal al fútbol es haber convencido al resto de sus colegas entrenadores que salir jugando con balón dominado desde adentro del área propia es un buen camino para iniciar una jugada que terminará en una situación de riesgo. Desde que el fútbol existe hay dos consignas: anotar en el arco rival y que la pelota esté lo más lejos posible de la valla propia.
Este fútbol moderno de la Era Guardiola parece haber cambiado ese paradigma. Que se entienda bien: no es culpa del bueno de Pep, porque él consigue que sus equipos salgan del área con relativa sencillez y a partir de allí generen infinidad de situaciones de gol en la meta rival. Su responsabilidad es haber viralizado la idea como para pensar que cualquiera puede hacerlo. Y no es así.
Peñarol lo comprobó con el segundo gol recibido ante Atlético Mineiro porque el botija Damián García se paró al lado del arquero Guillermo De Amores dentro del área chica cuando éste se aprestaba a sacar. Le pidió el balón, intentó salir jugando, lo perdió y a los 26 minutos el equipo Galo ya ganaba 2-0.
La cantidad de balones perdidos por aurinegros en la salida es alarmante, porque habla de la falta de fundamentos para conseguir precisión en las entregas cuando son presionados. El ahogo en la salida que ejerció Atlético Mineiro fue un obstáculo insalvable para el conjunto dirigido por Diego Aguirre. Entonces, si un equipo pretende salir desde el fondo con balón dominado y lo pierde rápidamente es imposible pensar que pueda generar una jugada de gol, pues ni siquiera cruza la mitad del terreno.
Para peor, cuando el técnico metió tres cambios (Byron Castillo, Diego Sosa y Gastón Ramírez a la cancha) cayó el tercero de Mineiro. Los fantasmas de lo ocurrido el año pasado en el 4-1 sufrido también en Belo Horizonte ante América Mineiro se desataron, pero esta vez fue distinto, porque las variantes (de nombres y sistema, pues se pasó de un 4-1-4-1 a un 5-4-1) dieron resultado. Peñarol se plantó más arriba, cortó líneas de pase en el medio, aprovechó mejor las bandas y con mucha personalidad comenzó su recuperación. Descontó Maxi Olivera de cabeza (asistencia de chilena de Leo Fernández), se puso 2-3 con un gol de Maxi Silvera y Ramirez metió un tiro libre soberbio desde unos 35 metros que devolvió el vertical.
Toda la imprecisión en los pases desapareció como por arte de magia. ¿Se relajó Mineiro? Sin dudas, porque dio por liquidado el partido luego del tercer gol, pero también tuvo mucho que ver la actitud de Peñarol; la resiliencia para salir del pozo estando tres goles abajo. Anímicamente pasó a dominar el carbonero, que tuvo grogui al rival, pero no lo pudo voltear por más que Aguirre terminó mandando al equipo al ataque.
¿Fue el partido que planificó el técnico? Solo él lo sabe, pero la verdad es que tan mal no le salió, porque luego de haber sido dominado netamente durante una hora, Peñarol jugó 30 minutos a un gran nivel y vuelve a Montevideo sin puntos, pero con la convicción de que mereció haberse traído algo.
Estadio: Arena MRVHora: 21.00TV: ESPN y Star+Árbitro: Andrés Rojas (COL)Goles: 15′ Gustavo Scarpa (AM), 26′ Paulinho (AM), 56′ Gustavo Scarpa (AM), 60′ Maximiliano Olivera (P) y 68′ Maximiliano Silvera (P)
Clasificación ofrecida por Sofascore