Atleti, no hay excusas, mírate al espejo y recuerda quién eres | OneFootball

No es novedad que el Atlético de Madrid, cuando se ve contra las cuerdas, suele sacar resultados. Hoy es el día de repetir esas hazañas. La afición está dispuesta a hacer borrón y cuenta nueva, implicarse y empujar para que en esta cuarta jornada arranque de verdad el campeonato liguero y se libere el verdadero potencial del equipo. El escenario adverso invita a soñar.

El club atraviesa una situación delicada: apenas suma dos puntos de nueve posibles y ha perdido por lesión a piezas clave como Baena o Almada. Sus ausencias abren la puerta a veteranos como Griezmann y Koke, llamados a recuperar los galones de aquel Atleti de antaño, y a sacar ese espíritu cholista que tantas veces les sostuvo. El Metropolitano exige hoy una victoria imprescindible.

El calendario no concede respiro. Tras recibir al Villarreal, los rojiblancos viajarán el miércoles a Anfield para estrenarse en Champions frente al Liverpool. Por eso el mensaje es claro: se necesitan futbolistas grandes que no se arruguen.

El rival, en cambio, llega con viento a favor. El Villarreal suma siete puntos de nueve, victorias ante Oviedo y Girona, empate con el Celta, con ocho goles a favor y solo uno en contra. La mano de Marcelino García Toral se nota: fútbol vertical, ayudado por una delantera incisiva y en estado de gracia con el gol, trabajo en el medio y una defensa repleta de juventud. Además, el choque tendrá un morbo añadido con nombres que sonaron para el Atlético y hoy visten de amarillo: Mouriño, que busca reivindicarse tras no tener hueco en el Metropolitano; Renato Veiga, que puede suplir a Foyth tras haber tenido que sumar minutos frente a Ecuador; o Mikautadze, delantero que estuvo en la órbita rojiblanca y acabó recalando en el submarino amarillo.

El arranque liguero del Atlético de Madrid, en cambio, ha dejado dudas. Ante Espanyol, Elche y Alavés apenas cosechó dos puntos de nueve posibles y marcó solo un gol en cada encuentro, pero encajaron cuatro en total.

Pese a haberse reforzado con juventud y polivalencia, Simeone todavía no ha encontrado la tecla que explote las virtudes de su plantilla. A esa incertidumbre se suma la baja por lesión de dos fichajes llamados a generar creatividad al juego, Baena y Almada. Su ausencia obliga a mirar hacia el banquillo, y posiblemente a los veteranos: Griezmann y Koke, que deben dar un paso adelante. También será clave la ambición de los recién llegados, como Nico González, o la inspiración goleadora de Raspadori, que llega en plena racha tras brillar con Italia durante el parón.

La afición cumplirá, como siempre, pero el equipo debe corresponder en el césped. Hoy el Metropolitano puede ser el punto de inflexión que cambie la dinámica y devuelva al Atlético de Madrid al camino de la confianza y los resultados.