Atrapado en el tiempo. | OneFootball

Suena el despertador sobre la mesita de noche al ritmo de "I got you, baby". Son las seis de la mañana. En la radio las noticias de ayer en la que hablan de una junta general de accionistas y la resaca post derbi.

Por un momento dudé sobre si enfrentarme al espejo con el miedo de encontrarme en él a Bill Murray. Esa sensación de Déjà vu constante me hacía pensar que estaba metido en la mismísima película conocida como El día de la marmota, aunque en realidad se llama Atrapado en el tiempo.

Otra vez en la junta el que se ha apoderado del cargo de presidente del Sevilla FC tomaba el pelo a los presentes, y por extensión a todo el sevillismo, soltando explicaciones que ni el mismo se creía. Otra vez se impedía votar al máximo accionista y otra vez el consejo se mantenía en el cargo a pesar de tener en contra a la mayoría del capital social y del sevillismo. El clamor sobre la directiva es cada vez más palpable en el estadio y la calle, y ni la racha de tres victorias consecutivas en casa o el buen partido realizado en San Mamés apaciguaba el ánimo de una afición que sabe estar con los suyos en el césped, pero que no es ajena al desastre económico al que nos lleva la actual dirección del club. Por otra parte la radio hablaba de los ecos del partido del domingo. El Sevilla FC volvía a imponerse a un Betis que volvía a dejar una pobrísima imagen en el Sánchez-Pizjuán y que al parecer era otra vez culpa de la conspiración internacional de los árbitros, el que mide las audiencias en televisión,  el teniente general al mando de la región militar sur, y la alineación de los astros. Toda la flor y nata del periodismo sevillano y madrinista se lanzaba a quejarse por el penalti señalado a favor del Sevilla, que si bien es muy idéntico a los que nos han señalado en contra en estas últimas jornadas, o mucho mas claro que el que nos pitaron el Villamarín la temporada pasada, está vez le había tocado a ellos, al equipo del pueblo, al de los pobres, y lo que eran risas el día del Girona o cuando se enfrentaron al Getafe, ahora eran llantos. Por supuesto todos se olvidaban del penalti que se comieron con papas en el minuto 4 de partido también por manos y también a favor del Sevilla, pero como reza el lema periodístico que la realidad no estropee un buen titular. En la película pasan los días, pero al despertar el protagonista siempre vuelve al mismo. En esta realidad pasan los años, las temporadas, y una y otra vez volvemos a vivir lo mismo. Las mismas quejas, los mismos llantos, las mismas excusas. Estoy seguro que algún día despertaremos y ya no suene I got you, baby en la radio, que no se hable de una junta general de accionistas y que el presidente del club sea alguien capaz de sacar el máximo posible a todos los estamentos de la institución. De lo otro tengo más dudas, ya que como dijo Benjamin Franklin "Sólo hay tres cosas seguras en la vida, la muerte, los impuestos y los llantos del Betis tras perder un derbi*