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·21 de septiembre de 2024
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·21 de septiembre de 2024
El Nàstic iba a casa del Barakaldo con la idea de seguir con la racha de imbatibilidad en un fuedo muy complicado. Los vascos, que competían cada partido, buscaban dar la sorpresa en casa contra un favorito al ascenso.
Narro iguala el tanto inicial
Empezaba con mucha fuerza el Nàstic. En el primer minuto, Narro corría la banda y centraba, pero Pablo Fernández no llegaba a rematar.
El ’17’ estuvo cerca, de nuevo, de marcar. En el minuto tres, Antoñín filtraba para el ex del Cornellà, que pese a rematar bien se encontraba con Unai.
Pese al arreón inicial del Nàstic, el Barakaldo aguantaba bien atrás y poco a poco se sentía más cómodo. Así llegó el primero. Sannadi, con un buen testarazo, mandaba el balón al fondo de las mallas en el minuto 25.
El Barkaldo se quería hacer grande… pero Narro enfrió a los locales. En el minuto 35, Joan Oriol centraba un saque de esquina y aparecía la cabeza de Narro. Un nuevo gol de cabeza en el partido que igualaba el marcador.
Llegaríamos al descanso con pocas jugadas de peligro en ambas áreas, pero la sensación general era de superioridad visitante. Aún así, los vascos estaban bien plantados.
Sannadi hace explotar la grada
Jaume Jardí y Antoñín lo intentaban desde lejos, ya que el Barakaldo estaba bien plantado y no dejaba acercarse con peligro al Nàstic. Unai, seguro, no le costaba demasiado intervenir en las acciones.
Las condiciones del terreno dificultaban el control de la pelota, y el juego se volvió trabado, con muchas interrupciones y pocas ocasiones claras. El Barakaldo imponía su presencia, y las ocasiones brillaban por su ausencia. Algún acercamiento grana que se diluía poco a poco.
A pesar de los intentos de ambos equipos por encontrar algún resquicio para marcar, las oportunidades de gol fueron escasas. Pablo Fernández se vio muy frenado por la solidez defensiva y la pesada carga del terreno, que ahogaba cualquier intento de crear fluidez en el juego. El 1-1 se perfilaba como el resultado más justo para un choque en el que la garra y la resistencia primaron sobre el espectáculo.
Tuvo que aparecer Sannadi en el 95′ para, cazando un rebote, mandar el balón a las mallas y hacer el 2-1. El estadio se volvía loco con el gol del ariete español, que daba tres puntos a su equipo. Oxígeno para un Barakaldo que llega con fuerza a 1RFEF. El Nàstic, que quizás merecía más, podría dormir el sábado fuera de Play-Off.