REVISTA PANENKA
·20 de febrero de 2023
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·20 de febrero de 2023
El Véneto es una de las regiones más ricas de Italia, pero todavía sigue teniendo un papel importante en su economía la agricultura. Por eso es normal que mucha gente criada en esa región haya crecido en una granja o en un entorno agrícola. Muchos de estos jóvenes siguen los pasos de sus padres y mantienen la tradición de sus oficios en el campo, pero hay algunos osados que intentan luchar por sus sueños y salir de ahí, rumbo a grandes ciudades, o, en algún caso, rumbo a la Serie A. Federico Baschirotto lleva luchando desde los 14 años para poder ser profesional en primera división y debutar con la ‘Azzurra’. El primero de estos sueños lo ha cumplido, el segundo está más cerca de lo que parece.
Nacido a veinte kilómetros de Verona, el fútbol era una obligación en su infancia. Con dos grandes equipos en la ciudad, él siempre se decantó por el Chievo, donde estuvo a prueba desde los 13 hasta los 15 años, pero todos los sacrificios que hacía diariamente para ir a entrenar con el equipo no se vieron recompensados. Cada día cogía un autobús al salir del colegio y hacía dos horas de ida y vuelta para poder entrenarse con sus compañeros. Baschirotto recuerda que una profesora de inglés que tenía en aquella época le decía que solo un chico de cada mil llegaba a la A, a lo que él le contestaba desafiante, asegurándole que sería ese uno. Cuando el Chievo prescindió de sus servicios, firmó por el Legnano, en Serie D. En su primer entreno con el club casi acaba el sueño, ya que tuvo un accidente con la moto por culpa de la niebla. Impactó con un coche, pero por suerte salió ileso. Con 16 años se hizo un fijo en el lateral derecho y en su primera temporada jugó 30 partidos de liga. De ahí lo firmó el Cremonese, en ese momento en Serie C, donde le costó jugar y salió cedido a diversos equipos. En su primera cesión al Seregno, de la misma categoría, casi no jugó; en Forli, al año siguiente, participó en nueve partidos; y en Cuneo, en la que fue su tercera cesión desde el club de Cremona, disputó 21 encuentros y anotó un gol. A pesar de ese buen año, al siguiente salió cedido de nuevo, pero bajó una división y fue a un club de Serie D, el Vigor Carpaneto, donde se reencontró con su mejor versión y logró jugar 32 partidos y marcar dos dianas. Ese año acabó contrato con el Cremonese, y le firmó el Viterbese, de nuevo de Serie C. A todo eso Baschirotto ya tenía 23 años y parecía que no iba a cumplir su sueño de debutar en primera. En sus dos temporadas en el club se destacó como un buen lateral y de ahí lo fichó el Ascoli, de Serie B. Cada vez estaba más cerca de la élite, pero también era consciente que ya no era un joven. Ahí estuvo solo un año, ya que automáticamente le fichó el Lecce para Serie A al ascender de categoría. La intención era que fuera lateral del equipo alternándose con Valentin Gendrey, pero en un momento de la temporada el equipo se encontró sin centrales aparte de Samuel Umtiti, y se decidió probar a Fede como compañero del francés. No jugaba en esa posición desde los 13 años, pero él no iba a dejar escapar el sueño de la Serie A ahora que ya lo tenía en la mano.
“A veces le decimos que pruebe un bistec o un buen plato de pasta, pero se niega y prefiere el arroz y el pollo”, ha comentado el hermano del zaguero
A pesar de su curioso camino hasta la élite y que está siendo uno de los centrales de moda de la liga italiana, Baschirotto se ha hecho viral por sus enormes músculos. A su lado, Adama Traoré parece un simple amateur en el concurso Míster Olympia. “La educación motriz es fundamental. Hice de mi punto fuerte el físico que pongo hoy en el campo y que utilizo para compensar mi talento”. Lleva ocho años entrenando diariamente su cuerpo para ser mejor futbolista y destacar. Se alimenta únicamente a base de arroz y pollo. En unas declaraciones, su hermano dijo: “De vez en cuando le sugerimos que también coma un bistec o un plato de pasta bien hecho. Pero no hace nada… Prefiere el arroz y el pollo. ¿Los postres? Ni hablar… Mi hermano está obsesionado con la línea”. También se ha hecho viral en la red social TikTok debido a la curiosa celebración que hizo tras anotarle un gol precisamente a la Cremonese el pasado 4 de febrero, imitando una de las poses de su otra afición, el culturismo, y con la que emuló a una figura de mármol esculpido típica de la Antigua Roma. Lleva el número ‘6’ en honor a su familia, ya que en casa son seis miembros, sus dos progenitores y los cuatro hermanos. Entrena su cuerpo pensando más en el rendimiento que le puede dar sobre el verde que por su propio gusto.
Ha hecho su debut en Serie A con 26 años, y se ha estrenado por la puerta grande, ganándose a los espectadores de la máxima división italiana y con un campeón del Mundo a su lado. Esta temporada lleva anotados tres goles en liga, y se destaca como uno de los defensores más poderosos en el juego aéreo del calcio. Ha descargado cerdos en la granja de su padre cuando no tenía entrenamiento o partido, estudia en la Universidad de Parma la carrera de Ciencias Zootécnicas y Tecnologías de Producción Animal. Pero su sueño es representar a Italia en la selección, un sueño que parece posible, y es que nos ha demostrado que con perseverancia y ganas todo se puede conseguir. Quiere derribar la puerta de la ‘Azzurra’, de forma metafórica o si no de manera literal. Ya sabemos que es perfectamente capaz.
Fotografía de Getty Images.