Canto de gol: al ritmo que nos pongan | OneFootball

No hemos podido sumar de a tres y no hemos logrado anotar un gol más que el rival en los tres últimos juegos . Y aún así seguimos con la primera opción, con el equipo que sea que tengamos al frente y la fiesta y al ritmo que nos pongan.

Desde que el sorteo se conoció y los equipos del cuadrangular confirmaron la nueva liguilla semifinal de seis partidos, pensé que más que siempre había que bailar con la que fuera, fea o linda, para ser campeones. Y es tan ilógico el calendario, que incluso con la ventaja llamada ‘punto invisible’ el vecino sí pudo cerrar con tres partidos seguidos en Bogotá, sin nuestro desgaste aeroportuario.

Imagino un sorteo de un ‘Todos contra todos’ en el que las fechas 19 y 20 fuesen en Medellín y un clásico, y habría calculado inmediatamente en que habría que llegar al Atanasio clasificados. En el cuadrangular es casi imposible imaginar este escenario en la fecha 4, y por lo mismo se hace translúcido el equipo a vencer. Porque todos eran igual de jodidos. Porque todos tienen con qué jodernos. Y porque con todos tenemos que salir a comernos la pista de baile.

Hemos sido testigos y partícipes de danzas hermosas pero también angustiantes, previas a un sueño de final. El bailoteo mágico de Harrison Otálvaro en la cuadra sur de Ibagué, y los lentos y desesperantes del cronómetro de Pasto cuando en Bogotá ya habían prendido las luces del cierre. Las volteretas rítmicas de Macka para deslumbrar en la pista de baile de Cali, y los tropiezos de suspenso de Ayron en Bogotá ante la furia del profesor Russo por una canción que Cadavid debió haber Interpretado. Las imperdonables pisadas al bailar en una coreografía en Tunja en el papel antes practicada, para luego celebrar esos pasos rítmicos de Llinás y Cataño en el boliche norte del Campín hasta que los aplausos dolieran.

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Decía un hincha de Millos con quien nos seguimos en redes sociales que en este baile 2025-1 se sortearon en total ocho partidos hasta la fecha, y ningún local festejó. Si hoy se cumple la misma ley, seguiremos con la misma primera opción o incluso podríamos celebrar la clasificación anticipada al son de las 10:20pm que marque el reloj. La danza, eso sí, dependerá de lo que ocurra en la antesala en la calle 57.

Hoy no quiero concluir hablando de los rivales. No importa que sea Atlético Nacional ni el Atanasio Girardot. Podría ser Barranquilla y el Junior, o Palmira y el Deportivo Cali. Podría ser Envigado en el Parque Estadio Sur, o el Pascual Guerrero hospedando a América. Lo que importa hoy no es el rival. Los que importamos somos nosotros y lo que tenemos que hacer. Bailar con la más linda. Bailar con la más fea, así fuesen doce feas. Y clasificar por nuestro ritmo a una nueva final en una semana decisiva. En nuestro cumpleaños. Con nuestra gente. Y que la rumba siga de largo dos semanas más.

El canto de gol para acompañar esta columna es ‘El baile y el salón’ de la banda mexicana Café Tacvba:

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Carlos Martínez Rojas@ultrabogotano