Canto de gol: anulo mufa | OneFootball

Una pretemporada con mil dudas sin resolver terminó. Dos empates, un gol, cero caras nuevas, cero abonos a la venta, cinco lesionados a los que se sumó uno de nuestros muy pocos laterales, miles de espectadores inimaginados y un 2024 que parece no haber tenido fin, sino tener una prolongación con otro técnico a la cabeza.

El mantra de los partidos contra Melgar y América fue unísono en mi cabeza. «Es pretemporada, es pretemporada, es pretemporada» era el casete que reproducía en cada arrebato de Daniel Ruiz, en cada trote de Jhon Emerson Córdoba, ante las malas entregas de Mackalister Silva, después de los despilfarros de Leonardo Castro y Daniel Mantilla, y al presenciar una nueva ley del ex en contra con un gol que se mamaron de cobrarnos en medio de centrales despistados el año pasado.

Consuelo de tontos pensar en esa frase y repetirla para tratar de amortiguar mi preocupación, con una plantilla que está muy lejos de esa actitud de pelea y energía que uno espera cuando los jugadores tienen un nuevo cuerpo técnico que quieren (y tendrían que) impresionar para ganar una titular. Salvo Álvaro Montero, Santiago Giordana, Daniel Cataño, e incluso ‘Leo’ y ‘Manti’ con sus yerros, la actitud de los demás es tan cuestionable como la labor de Ricardo Pérez en la dirección deportiva de un equipo que -por favor cuéntenles- TIENEN COPA SUDAMERICANA EN DOS MESES.

Un partido único contra Once Caldas es el aliciente adicional a la incumbencia principal del profe David, que es ganar la estrella 17. Y así como Alberto Gamero tuvo todo un semestre y tres meses antes de iniciar la fase de grupos de Copa Libertadores y prepararse para el reto, este nuevo cuerpo técnico tenía dos meses desde su llegada a Bogotá para alistar esa pelea por la clasificación a fase de grupos de Copa Sudamericana 2025. Con o sin refuerzos, con o sin Falcao, es el compromiso al que le estamparon la firma cuando aceptaron dirigir a Millonarios. Pero tristemente seguimos viendo unos jugadores en la cancha que siguen en su modelo 2024: parsimonia, conformismo, extrema calma y mínima autocrítica.

El viernes será el primer pitazo oficial del año. Y la otra frase que paseó por mi mente, sobre todo tras los últimos tres partidos del cuadrangular pasado y la increíble forma como nos eliminamos solos de la potencial final contra Tolima, fue la afamada «anulo mufa». Con esta pretemporada, más lo demostrado por las mismas caras que repitieron formación en las dos jornadas nocturnas en el Campín de la semana pasada, confirmo que debemos dejar de darle crédito a supersticiones pasionales. Debemos dejar de darnos palo por no usar la camiseta con la que siempre habíamos ganado, por compartir estadísticas que dizque son ave de mal agüero antes de un juego, o por no asumir creencias bilardistas depositando nuestra fe en ritos que -de no seguirlos al pie de la letra- vamos a empatar o a perder un encuentro.

Ningún «anulo mufa» ni ninguna responsabilidad a cuestas que no nos pertenece. Millonarios tiene que depender de sus jugadores, de su trabajo, de su fútbol en los céspedes y de sus goles para llevarse 3 puntos de cada batalla. Y desde Santa Marta empezará la realidad para David González y sus guerreros, en un viernes en el que veremos de qué estará hecho este equipo y qué tendrá para ofrecer a una hinchada que es la menos culpable de todo lo que acontece y la única que parece asumir culpas ajenas y duelos por lo que hizo o dejó de hacer. ¡Pitazo inicial, Millos! ¡Jueguen fútbol, hagan goles!

El canto de gol para acompañar esta columna es ‘Nada pasó’ de la banda mexicana Panteón Rococó:

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Carlos Martínez Rojas@ultrabogotano