SoyDe2A
·6 de diciembre de 2025
Castellón 1-0 Las Palmas: Un Insulto a la Camiseta en Castalia

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·6 de diciembre de 2025

Lo de ayer en Castalia no fue una derrota; fue una falta de respeto. La UD Las Palmas no perdió por fútbol, perdió por dimisión. El 1-0 final es un castigo ridículamente corto para un equipo que saltó al campo a verlas venir, arrastrando el escudo por el césped ante un Castellón que, simplemente, corrió lo que la UD no quiso correr. Con esto, se acabó el invicto a domicilio, pero lo que realmente preocupa es que se haya acabado la actitud competitiva.

La primera parte de la UD Las Palmas fue, sencillamente, indecente. Con la excusa de las bajas o del «plan de partido», lo que se vio fue a once futbolistas contemplativos, superados por la intensidad de un rival que mordía mientras los amarillos pedían permiso.
No hubo posesión, no hubo actitud y no hubo ideas. Milos Lukovic fue un náufrago abandonado por sus propios compañeros, y el centro del campo, con un Loiodice transparente, fue una autopista para los locales. Solo Dinko Horkas —el único que parecía saber que se jugaban tres puntos— evitó que el equipo se fuera al descanso con una goleada de escándalo. Sus paradas fueron el único argumento de un equipo que, por momentos, parecía un conjunto de solteros contra casados.
El gol de Israel Suero en el 76′ no fue un accidente, fue justicia poética. Llegó tras un error grosero en la salida y una pasividad defensiva que sonroja. Ver a la defensa recular con la mirada mientras el Castellón combinaba a placer fue la imagen de la noche: un equipo «grande» jugando con mentalidad de equipo pequeño, asustado y sin hambre. El Castellón quería ganar; Las Palmas parecía conformarse con no perder. Y en el fútbol, el que especula con la racanería acaba pagando la cuenta.

La gestión de Luis García desde la banda fue el remate al despropósito. Esperar al gol en contra para mover el árbol es un pecado capital. La entrada de viejas glorias como Jesé o Jonathan Viera a la desesperada en los últimos diez minutos sonó a broma de mal gusto. ¿Ahora sí hay prisa? ¿Ahora sí queremos el balón?
El «quiero y no puedo» final fue casi más doloroso que la apatía inicial, porque demostró que sí se podía haber hecho más, pero no se quiso hasta que el agua llegó al cuello Esta derrota no debe analizarse desde la táctica, sino desde la actitud. Si esta es la «cara B» del líder, el ascenso directo es una utopía.
El único profesional que compareció en Castalia. Evitó una humillación histórica en la primera parte. El resto del equipo debería donar su sueldo de esta semana.

El Señalado: Enzo Loiodice:
Desaparecido, blando y sin jerarquía. Fue la viva imagen de la dejadez del equipo en la medular. Un capitán sin brazalete ni sangre ayer.










































