Cero reproches, pero el Madrid ni corriendo gana a rivales de su nivel | OneFootball

La lectura que deja la segunda derrota consecutiva del Real Madrid en el Santiago Bernabéu, ese 1-2 ante el Manchester City, es clara: ni siquiera corriendo y sin escatimar un gramo de fuerza le da a esta plantilla para ganar a un rival de su nivel en su casa. Los de Xabi Alonso no tienen calidad, y sin calidad no hay fútbol. Si además es un equipo que presenta lagunas y despistes impropios del fútbol de elite, el aroma que se desprende es el de que este proyecto, sea el que sea, está mortimer.

Si no nos han engañado, y pese a que el Real Madrid dio una imagen potable que no excelente, Xabi Alonso se despedirá del banquillo blanco en unas horas. Solo puede salvarle que no hay nadie que quiera asumir el marronazo de llevar a este equipo hasta el final de temporada. Él será el decapitado, ahora o cuando toque, pero los ojos del público madridista miran también al césped. Los errores defensivos de Rudiger ante los de Guardiola fueron un lastre para los blancos. Vinicius y Bellingham están para pelar patatas hasta el toque de corneta. Y sigue faltando creación. Falta fútbol. Este Madrid solo juega a arreones.

Alonso lo supo y planteó un partido a la contra, para aprovechar la debilidad defensiva del City en transiciones. Y salió bien. Pero algo chirriaba: Asencio, Rodrygo y Gonzalo eran los mejores de los blancos. Tres no habituales. Los de siempre estaban a verlas venir. El brasileño por fin añadió una muesca a ese revólver que llevaba nueve meses sin disparar, mientras que Asencio tapaba vías de agua por todas partes y Gonzalo demostró lo necesario que es un nueve en cualquier equipo, y más si es tan bueno como él: fija centrales, no se complica, busca situaciones de remate y, ojo, cosa inédita, que tiemble el Misterio, es el primero en presionar. Partidazo de los dos canteranos.

El Madrid se entregó, los jugadores corrían, no desfallecieron en los 90 minutos... Pero ni así le dio para ganar al City. Como escribí al principio, a un rival de su nivel. Pero un nivel que es el segundo escalón europeo: PSG, Chelsea y Bayern están muchas galaxias por delante todavía. Con o sin Xabi Alonso.