La Colina de Nervión
·16 de noviembre de 2025
Choque de propuestas por el Sevilla FC

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·16 de noviembre de 2025

La posible venta del Sevilla FC y la deuda en 2025 copan todas las noticias del club y abre un escenario decisivo para un club que arrastra una delicada situación económica y cuyos grandes accionistas ya escuchan ofertas. En estas se encuentran las de fondos de inversión que valoran al Sevilla FC por encima de los 300 millones. Este interés pone en riesgo el modelo tradicional de gestión sevillista, basado en la proximidad al aficionado y en una estructura deportiva reconocible, donde figuras como Monchi han sido clave. La entrada de capital puede aportar liquidez y modernización, pero también plantea dudas sobre la pérdida de identidad y el rumbo deportivo, especialmente a la luz de precedentes en el fútbol español, donde la venta a fondos derivó en crisis. Entre oportunidades financieras y amenazas culturales, el Sevilla se enfrenta a una encrucijada que definirá su futuro inmediato.
Los grandes accionistas del Sevilla FC han abierto definitivamente la puerta a la venta en un contexto marcado por la fragilidad económica y la pérdida de competitividad deportiva. La deuda reconocida por el Sevilla FC en 2025—superior a los 60 millones y con estimaciones externas que la elevan a más de 300— ha tensado la estructura financiera del club, obligándolo a recurrir a créditos. En este escenario, han surgido varias ofertas, desde proyectos locales como el de Antonio Lappi hasta propuestas más ambiciosas procedentes de fondos internacionales. Según informa El País, estas últimas, que valoran cada acción por encima de los 3.000 euros, han despertado interés entre las familias históricas que controlan el accionariado, conscientes de que el club necesita no solo un comprador, sino un proceso de reestructuración profunda para recuperar estabilidad y dar buenas noticias a los aficionados del Sevilla FC.

La afición del Sevilla FC levanta sus bufandas para animar al equipo durante un partido. | Imagen: La Colina de Nervión – Andrés Góngora.
La entrada de fondos internacionales, sin embargo, abre un debate que va más allá de las cifras. La posibilidad de que la gestión pase a manos de inversores ajenos a la cultura sevillista preocupa a una parte de la afición y recuerda precedentes cercanos en el fútbol español, donde operaciones similares derivaron en desarraigo, conflictos institucionales y decadencia deportiva, como en los casos de Málaga o Valencia. Aunque la llegada de capital extranjero podría permitir modernizar estructuras, profesionalizar áreas clave y reforzar la plantilla, también plantea el riesgo de sacrificar la filosofía que ha definido al Sevilla durante décadas.
La venta del Sevilla FC a un fondo de inversión podría transformar profundamente la estructura deportiva del club. La llegada de nuevos propietarios suele implicar una reconfiguración de la dirección deportiva, lo que podría afectar directamente a figuras históricas como Monchi. Su posible regreso, planteado en algunas ofertas, podría chocar con modelos más centralizados y orientados a la rentabilidad que suelen aplicar los fondos, donde la toma de decisiones deportivas se integra dentro de una estrategia empresarial global. Asimismo, la apuesta por jugadores de cantera o perfiles vinculados al estilo sevillista podría verse sustituida por políticas más agresivas de compraventa. Estos cambios no solo afectarían al proyecto deportivo, sino también a los valores que han definido al club y a su conexión emocional con la afición.

La afición del Sevilla FC anima a destajo en el entrenamiento a puertas abiertas previo al derbi sevillano. | Imagen: Juan José Ponce Uncala/La Colina de Nervión
Aun así, la llegada de inversión externa también supone oportunidades significativas para un club cuya deuda reconocida supera los 60 millones y que, según algunas fuentes, podría acercarse a los 300 millones brutos. Una inyección de capital permitiría reforzar con urgencia una plantilla debilitada por los últimos mercados, además de impulsar la modernización de infraestructuras clave como el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán o la ciudad deportiva. Esta liquidez inmediata sería esencial para recuperar estabilidad deportiva y volver a competir por plazas europeas tras varias temporadas alejados de la Champions. Sin embargo, el riesgo radica en que los nuevos propietarios prioricen exclusivamente la rentabilidad, lo que podría derivar en una pérdida progresiva de identidad si no se respeta la historia, los valores y la masa social que han sostenido al club durante décadas. El desafío será combinar inversión con sensibilidad institucional.
A medio plazo, el escenario más probable es que el proceso de venta del Sevilla FC se acelere tras la junta general de accionistas prevista para las primeras semanas de diciembre, un punto de inflexión en el que los grandes propietarios deberán posicionarse con mayor claridad. Todo apunta a que, una vez celebrada la junta, los distintos grupos interesados —tanto los fondos internacionales como los proyectos de capital sevillano— comenzarán a dar pasos más firmes para avanzar en sus ofertas y clarificar sus condiciones. Esto permitirá que el futuro de la entidad quede más definido durante la temporada, especialmente en lo referente a la dirección deportiva, la estructura económica y el rumbo institucional del club. En este contexto, la transparencia será una exigencia ineludible: solo un proceso claro, supervisado y explicado a la afición podrá garantizar que la decisión final responda al interés real del Sevilla.









































