Apuntes de Rabona
·22 de febrero de 2023
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Christian Atsu falleció en el terremoto de Turquía y Siria, en uno de los mejores días de su vida. El mediocampista había decidido no salir del Hatayspor tras marcar el gol del triunfo en el 90 al Kasimpasa. Un gol que lo ilusionó para continuar en el club y cancelar el viaje que lo llevaría a otro lugar fuera de la ciudad que arrasó el sismo. Un gol que terminó por dejarlo en Hatay y ser una víctima más del desastre. El de la despedida.
Atsu fue uno de los más de 46,000 muertos que dejó el terremoto, incluyendo a Taner Savut, el director deportivo de su mismo club. El sismo de 7.8 grados en la escala de Richter afectó a Turquía y Siria, convirtiéndose en la catástrofe natural más devastadora del siglo en la zona.
El ghanés había cumplido 31 años hace un mes y su carrera deportiva fue vasta pero desapercibida en Europa. Terminó su proceso formativo en el Porto en 2011 pero en los dos años que estuvo, solo jugó 32 duelos y anotó un gol. Por lo que salió cedido al Río Ave de Portugal. Allí disputó 31 encuentros y marcó en seis ocasiones.
Aunque llegó al Chelsea de la Premier League en 2013, no jugó con los londinenses y pronto se fue de préstamo al Vitesse de los Países Bajos. Continuó su carrera en el Everton, donde coincidió con el belga Romelu Lukaku.
A pesar de que en ningún equipo se asentó, con su selección pudo asistir al Mundial de Brasil 2014. Sin embargo, Ghana sufrió una de sus peores participaciones en Copas del Mundo y se fue con tan solo 1 punto (empate 2-2 contra Alemania) del torneo. No superó la fase de grupos.
Atsu no salió de la Premier y todavía sumó con el Bournemouth. Fue cedido al Málaga y luego regresó a Inglaterra con el Newcastle, donde disputó su mayor cantidad de partidos (121) entre 2016 y 2021.
Hace dos años llegó a Arabia Saudita con el Al-Raed, donde permaneció antes de fichar con el Hatayspor de Turquía. Atsu era un jugador hábil con el esférico, siempre iba al frente, se anticipaba a las jugadas, se quitaba la marca de 2 o 3 futbolistas mediante regates y avanzaba en el campo. Un jugador que cumplía en el terreno.
Llegó a Turquía a finales del 2022, no llevaba mucho en el Hatayspor cuando buscó su salida del club. Sin embargo, su gol frente al Kasimpasa en el último minuto y el que le daba la victoria a su equipo, lo hizo cambiar de opinión. Canceló su vuelo a Francia, su supuesto destino y al que partiría el 6 de febrero, y su destino cambió.
El 5 anotaba su primer y último gol con el Hatayspor y el 6 fallecería en el terremoto, a causa del colapso del edificio en donde vivía. El futbol y el destino tienen tanto en común que un pase con el balón y una decisión puede cambiar el rumbo del partido, muy similar a lo que ocurre con la vida misma.
Christian Atsu fue reportado como desaparecido las siguientes horas del siniestro. A pesar de los primeros reportes que indicaban que había sido encontrado con vida, la ilusión de verlo una vez más sobre el césped, regateando, se desvaneció cuando encontraron su cuerpo bajo los escombros de su edificio. Poco después también encontraron al presidente deportivo Taner Savut.
Su muerte recordó lo frágil que es el ser humano ante la naturaleza. Confirmando nuestra condición humana frente a lo inexplicable y mortífero. Sin embargo, el futbol también nos hizo caer en cuenta de lo vulnerables que son los 11 jugadores en el pasto a quienes vemos como ídolos. Muy similares a nosotros.
Tifo del Trabzonspor a los elementos de búsqueda tras el terremoto en Turquía y Siria
El fallecimiento del mediocampista ghanés y el de las 46,000 víctimas fue conmemorado en la cancha. Lukaku, su excompañero del Everton, le dedicó unas palabras después del juego del Inter vs. Udinese en la Serie A. “Descansa tranquilo hermano. Fue increíble estar cerca de ti. Eres humildad y amor por Dios. La forma en que trabajaste en el entrenamiento… Te amo siempre”, escribió en su Instagram.
Mientras que su excompañero de Ghana Mohammed Kudus le dedicó una anotación del Ajax, un golazo de tiro libre. El mediocampista se levantó el jersey y en una camiseta blanca pidió por escrito que descansara en paz. A pesar del acto, el árbitro central del juego decidió no amonestarlo e ir en contra del reglamento. “Esto va más allá del futbol”, declaró el juez.
El mundo del balón está polarizado en algunos juegos, enemistado por la rivalidad en la cancha, pero en situaciones como esta, los hinchas dejan de lado los colores y se suman a una sola voz para homenajear a los que fallecieron, a los que sobrevivieron y a los que siguen trabajando en los escombros.
Como la afición del Trabzonspor, quien dedicó un tifo en su partido de la Conference League a los elementos de búsqueda tras el terremoto, incluyendo al canino mexicano “Proteo”, quien murió en su labor. Además de los futbolistas del Galatasaray, quienes destinarán su salario a los damnificados.
Christian Atsu murió un día después de haber marcado, quizás, el gol más importante de su vida, el de despedida. Se fue sumando de a 3 y en el último minuto, rescatando el juego y recordando que muy similar al futbol, la vida también es tan corta como un partido.
Por Samantha González / @ssmanthaglez