Fondo Segunda
·15 de octubre de 2025
Chupe y la nueva identidad del Málaga: intensidad, métricas y madurez ofensiva

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·15 de octubre de 2025
El atacante cordobés de 21 años se consolida como la referencia ofensiva del Málaga CF. Con cuatro goles, una asistencia y una implicación directa en más de la mitad de los tantos del equipo, su impacto en el juego es tanto estadístico como táctico.
El Málaga ha encontrado en Carlos Ruiz Rubio “Chupe” la figura que necesitaba para equilibrar trabajo, presión y eficacia. A sus 21 años, el delantero cordobés —formado en la cantera malaguista y renovado hasta 2028— se ha convertido en el principal generador y finalizador del equipo dirigido por Sergio Pellicer.
Con 4 goles y una asistencia en 9 encuentros, Chupe lidera la participación ofensiva del Málaga, con un 55,6 % de implicación directa en los goles del equipo. Además, sus métricas avanzadas lo sitúan como un jugador diferencial: 1.º en contribución ofensiva total, 1.º en xG, NPxG y xG por disparo dentro de la plantilla.
En la estructura de Pellicer, el delantero es mucho más que un rematador. Chupe ha asumido ese papel con madurez: es uno de los jugadores con mayor volumen de presión alta del equipo y uno de los más eficaces en recuperaciones tras pérdida.
El cuerpo técnico destaca su compromiso en fase defensiva, donde participa activamente en la primera línea de presión orientando la salida del rival y forzando errores. Su capacidad para sostener la intensidad en campo contrario y su lectura del momento de salto le permiten activar la presión organizada sin descomponer el bloque.
A nivel físico, su 1,85 m y su potencia en la zancada le permiten tanto fijar centrales como ganar metros en carrera. En las disputas, los datos internos del Málaga lo sitúan como el segundo jugador del equipo con más duelos ofensivos ganados, solo por detrás de David Larrubia, confirmando su perfil de delantero competitivo y autosuficiente.
Los registros oficiales de LaLiga avalan su producción ofensiva:
A esos datos se suman las métricas internas de rendimiento, donde Chupe encabeza el equipo en xG acumulado (Expected Goals) y xG por disparo, confirmando que no solo genera ocasiones, sino que selecciona bien sus remates. En el modelo de análisis del club, su NPxG (Non-Penalty Expected Goals) también es el más alto, lo que evidencia que produce peligro sin depender de penaltis.
Su partido ante el Deportivo de La Coruña es la muestra más clara de su impacto: dos goles y una asistencia, con 100 % de efectividad en el disparo y un xG de 0.8, el más alto del encuentro. Fue además el único jugador de la plantilla en firmar un doblete esta temporada.
Más allá de los números, el juego de Chupe revela una madurez táctica inusual para su edad. Domina los apoyos entre líneas, genera espacios de ruptura para los extremos y compensa los movimientos de segunda línea con gran lectura del ritmo ofensivo.
Su posicionamiento permite al Málaga progresar con fluidez en campo rival: atrae marca, descarga de espaldas y ataca el espacio cuando el mediocentro rival está girando. Esta comprensión del juego explica por qué sostiene un 77,8 % de titularidad y 76,3 % de los minutos disputados: es parte estructural del plan táctico, no un recurso ocasional.
La renovación de Chupe hasta 2028 confirma la apuesta del Málaga por un talento formado en casa, capaz de ofrecer rendimiento inmediato y proyección a largo plazo. Pellicer lo considera un delantero total: trabaja, asocia y finaliza con eficiencia.
El desafío ahora es mantener la constancia: sostener su ratio de goles esperados, su capacidad de presión y su eficiencia en duelos. Si lo consigue, el Málaga no solo habrá consolidado a su máximo goleador, sino al modelo de delantero que marca el nuevo ciclo blanquiazul.