Con respeto pero a Falcao hay que hacerlo sentir visitante | OneFootball

¡Mi gente verdolaga! Este lunes se viene un partidazo de los bravos, de esos que huelen a historia y sudan gloria. Millonarios llega al Atanasio con toda su artillería, y entre sus filas aparece nada más y nada menos que Radamel Falcao García, el máximo goleador en la historia de nuestra Selección Colombia. Un monstruo, un crack, un señor jugador… pero aquí en Medellín, y más en el templo, todos son visitantes. Así que hay que hacerlo sentir.

Parce, no es cualquier partido. ¡Es el juego definitivo en estos cuadrangulares! Millonarios viene por lo suyo y nosotros vamos por lo nuestro, con la camiseta puesta, el corazón latiendo verde y el alma gritando por Nacional. Hay que convertir el Atanasio en una olla a presión, en una caldera que no deja respirar, en un muro de sonido que haga temblar hasta los guayos.

A Falcao, respeto total. Es una leyenda del fútbol colombiano y nos ha regalado momentos épicos con la tricolor. Pero esto es Nacional, esto es Medellín, esto es el Atanasio, y acá no se viene a pasear. Aplaudimos su carrera, pero el lunes que sienta la presión, que escuche los tambores y las gargantas verdes cantando como nunca. Que sepa que esta es nuestra casa.

¡Vamos con toda la energía, parceros! Nada de violencia, nada de insultos, eso no va con nosotros. Somos una hinchada diferente, orgullosa, brava, pero siempre con respeto. El mensaje es claro: aquí mandamos nosotros y al rival se le respeta… pero se le gana. Falcao, te admiramos, pero el lunes el Atanasio no te va a regalar ni un suspiro.

Saquemos las banderas, los bombos, los cánticos que revientan el alma. Que cada rincón del estadio grite: “¡Vamos Nacional!” Que Falcao mire a su alrededor y diga: “Juepucha, esto sí es una caldera.” Que sienta el peso de estar en el estadio más imponente de Colombia. El Atanasio no se negocia, se defiende.

Este es el momento de demostrar quiénes somos. Porque ser de Nacional es una forma de vivir, una pasión que no se apaga ni con el agua de mil inviernos. Este lunes, con el alma en la tribuna y el aguante en la garganta, vamos a alentar como si fuera la última vez. ¡Porque este partido puede marcar el camino a otra estrella!

Así que ya saben, mi gente: vamos a reventar el Atanasio de aliento, de respeto y de orgullo verdolaga. Falcao es un grande, sí, pero aquí hay un gigante que se llama Atlético Nacional, y con el empuje de su hinchada, nadie nos detiene. ¡Nos vemos en la tribuna, parceros! Que ruja la montaña y que tiemble el verde.