CRÓNICA. El Atlético tropieza en la misma piedra y empata en Mallorca | OneFootball

Cada vez más, vivimos en el más difícil todavía. Por si no fuese suficiente con las lesiones que ya padecemos, nosotros mismos nos complicamos la existencia con expulsiones fruto de meter la pierna en balones divididos, en tierra de nadie. Y así, el Atlético volvió a dejarse dos puntos, ahora en su visita a Mallorca.

La fata de acierto de cara a portería y la expulsión de Sørloth en el minuto 72, dejó muy cuesta arriba las opciones de victoria en Son Moix. Aún así acariciamos los tres puntos, gracias a un gol de Gallagher en el 78′, con una gran jugada de Llorente, pero nos dejamos la ventaja por el camino, otra vez.

Pero la culpa, por encima de todo, la tuvo la falta de acierto en todo el partido. Ya en la primera parte, bien pudiéramos habernos marchado al descanso con algún gol que otro en nuestro haber. Pero la diosa fortuna y las fantásticas intervenciones de Leo Román lo impidieorn. Empezando con un penalti detenido a La Araña, que lanzó bien al palo izquierdo del portero, pero reaccionó bien el guardameta del Mallorca.

Un penalti que llegaba en el minuto 11, en una jugada de Julián Alvarez por la izquierda, llegando a línea de fondo, que dejó un pase atrás a Hancko, que remató sobre la mano de Raíllo, que trata de replegar su brazo, pero no lo lograba. El Atlético desaprovecha la ocasión, por la intervención de Leo Román, lo mismo que minutos más tarde con otra acción de Raspadori, que en línea de fondo trata de conectar con Julián, frustrando el portero del Mallorca la ocasión.

Primeros minutos y varias ocasiones desperdiciadas, que nos harían falta al final del partido, para haber afrontado el final del choque con ventaja clara en el marcador.

Llegaron los goles y los problemas para el Atlético

En la segunda mitad no solo llegaron los goles del Atlético y del Mallorca, sino que además llegaron los problemas para los nuestros que sufrieron en exceso. Todo, en un final del partido en donde deberíamos de haber tenido varios goles en nuestro haber, pero que vimos como el cuadro local hincó el colmillo buscando los tres puntos.

El Atlético de Madrid se volcó en ataque en el comienzo del segundo tiempo, y fruto de ello llegó un combinación de Marcos Llorente con Giuliano por la derecha, que se internó en el área para conectar con Julián en el punto de penalti, llegando de darse la vuelta y rematar, para otro lucimiento de Leo Franco, que volvió de privar al astro argentino de un gol, que ya le era merecido (pero no se terminó dando).

Y con esas llegaron unos cambios que serían la cara y la cruz del partido para los rojiblancos. La cruz sin duda fue Sorloth. Al poco de entrar, minuto 72, balón despejado por Le Normand en la frontal del área y en tres cuartos de campo (más o menos tierra de nadie) y sin que la jugada supusiese un peligro real, balón dividido, al que llega Raíllo antes, el noruego tarde y con la plancha muy alta y roja (tras revisión del VAR).

Es lo que tiene el VAR, en foto fija es cierto que golpea muy arriba y señala roja. Pero con las fotos fijas del VAR de este futbol moderno. Aún así, muy desconectado Sorloth, que ante el Alavés, con balones dentro del área no metía la pierna, la metió ahora y roja.

La cara fue Gallagher, que marcó en el 78, cuando lo teníamos todo en contra, gracias a una galopada de Marcos Llorente, que casi marca, pero parando Leo Franco, pero aprovechando el rechace el inglés.

Pero no pudimos retener la ventaja, con un gol de cabeza de Mojica, tras un centro de Virgili, que estuvo muy bien el recta final del partido, con el Atleti con uno menos.

En definitiva, el Atleti pudo retener un punto en Mallorca, luchando contra el elementos… lesiones, expulsiones. El caso es que esto acaba de empezar, pero tampoco acaba de funcionar.

Temas a reflexionar, el acierto de cara a portería, la desconexión de Sorloth, Gallagher para segundas oleadas (para llegar desde atrás) es muy bueno y válido para este equipo, que no defendemos con contundencia y que cada vez es más importante ver a Llorente en el centro del campo.

Paciencia y a seguir trabajando.