CRÓNICA. Victoria sufrida ante el PSV que hace soñar al Atlético con el top-8 | OneFootball

Gran victoria para el Atlético de Madrid en tierras holandesas que nos acerca al top-8, una temporada más. Un triunfo de mérito, ante un PSV que venía de vencer con contundencia a equipos como el Nápoles y el Liverpool en Champions, y que no se lo iba a poner fácil al Atlético. Una situación que revaloriza lo logrado por los pupilos del Cholo Simeone, que además restituye bastante la moral del equipo, tras las dos derrotas de la semana pasada.

No comenzaron bien las cosas para el Atlético, recibiendo un gol en el minuto 9, que cayó como una maza en nuestras cabezas, devolviendo a la vida fantasmas que vemos cada vez que el equipo juega lejos del Metropolitano. Driouech le ganó la espalda a Nahuel Molina, que perdió un poco de tensión en la carrera, al pedir fuera de juego que no era, y con toda la banda para el jugador del equipo holandés, supo decidir muy bien en la definición de la jugada al poner un pase gol a Guus Til, que se limitó a empujarla a la red.

Las bandas funcionaban para el PSV a la hora de generar peligro, pero con poco acierto a la hora de decidir cómo definir en la portería. Pero poco a poco el Atlético se iba asentando creando juego y peligro, sobre todo en la presión para robar, y comenzó a dar la sensación de que el empate en este duelo de Champions estaba mucho más cerca que el segundo del PSV.

Una sensación que iba creciendo en el ambiente, sobre todo cuando veíamos oportunidades como la de Sørloth a pase de Julián Álvarez, y que bien pudo ser el primero de los rojiblancos, pero no cabeceando del todo bien el noruego.

Un tramo de partido en el que cuadro holandés seguía creando peligro, pero sobre todo el peligro estaba mucho más cerca de la portería del propio PSV. Hasta que pasada la media hora de juego, en una gran presión en la salida de balón desde el portero local, Giuliano provocó el error de Kovar, que recuperó Sørloth, que tras plantarse en el área cedió el esférico a Julián, que sólo tuvo que empujarla a placer. Todo para poner el empate a uno en el luminoso.

Una sociedad que volvería a repetirse a falta de dos minutos para el descanso, pero el remate del noruego a pase del argentino, lo sacaba Kovar para evitar el segundo del Atleti.

Segunda mitad de goles, emoción y sufrimiento

El comienzo del segundo tiempo recordó al del primer. El PSV volvió a empujar para tratar de volverse a adelantarse en el marcador de Champions, y cerca estuvo, pero lo evitó el Atlético para, justo después, adelantarse en el Philips Stadion.

Fue en un córner que provocó Nico González, que terminó en un despeje de los locales. El balón le cayó a los pies de Molina, en la frontal, que enganchó un zapatazo tremendo, que salvó el portero con una gran estirada. Pero no pudo evitar un rechace que Hancko envió al fondo de la red, para adelantarse en el marcador y empezar a cimentar un triunfo super importante para poder entrar en el top-8.

Pronto llegaría el gol que terminaría siendo la sentencia. En un impás de cuatro minutos el Atleti lograba los dos goles que a la postre nos darían los tres puntos, volviendo a escena la sociedad Sørloth y La Araña, con Barrios de invitado de excepción.

El astro argentino vio muy bien el desmarque de Barrios en banda izquierda, llevando muy bien la contra, hasta poner un centro al noruego, que cabecea a contra pie del portero, al palo opuesto, en un remate muy académico a la vez que eficaz.

A partir de ahí el Atlético durmió el partido y el PSV no pudo crear verdadero peligro, hasta el minuto 85. Ahí Pepi le ganó la partido a un Marc Pubill que realizó un sensacional partido en defensa, pero que terminó perdiendo en este lance. Perisic prolongó al segundo palo y ahí llegó el segundo gol de los holandeses. Tocaba sufrir.

Un gol que complicó sobre manera el final del partido. Un final donde el PSV se volcó en ataque para hacer el empate y cerca estuvo de lograrlo, cuando Obispo, a puerta vacía, perdonó el 3-3, tras un gran centro de Perisic. Ruggeri le molestó lo mínimo para poder evitar el gol y la pérdida de dos puntos.

Gran triunfo y la sensación de que el top-8 está más cerca y que dependemos de nosotros mismos, para lograrlo.

Pero eso ya será en 2026. Ahora toca pensar en el Valencia.