Cuidado Xabi: peligro de alineación indebida | OneFootball

Un detalle reglamentario puede convertirse en un problema serio.

El foco no está en el rival ni en el resultado. Tampoco en la forma. El riesgo aparece en la letra pequeña del reglamento. La Copa del Rey no perdona errores administrativos. Y en un escenario como Talavera, cualquier despiste puede salir caro. La normativa es clara y no admite interpretaciones: hay límites estrictos con los futbolistas del filial sobre el césped.

Si Franco Mastantuono disputa minutos en Talavera, el margen se reduce de manera drástica. A partir de ese momento, solo podrán coincidir tres jugadores más del Castilla en el campo. No cinco. No cuatro adicionales. En total, máximo cuatro futbolistas del Castilla a la vez. Superar ese número implica alineación indebida. Y eso conlleva eliminación directa.

La situación obliga a hilar fino en las rotaciones. Especialmente en un contexto donde el filial aporta soluciones reales. La tentación de reforzar el once con jóvenes es lógica. Más aún en una competición que suele abrir la puerta a las oportunidades. Pero la Copa no entiende de contextos ni de necesidades deportivas. Solo de normas.

Aquí entra en escena Xabi Alonso. El técnico deberá controlar cada sustitución. Cada cambio. Cada imprevisto. Una lesión. Una amarilla. Cualquier ajuste puede provocar que, durante unos segundos, el equipo quede fuera de la legalidad. Y esos segundos bastan para que el acta recoja el error.

El caso de Mastantuono es especialmente sensible. Su presencia activa automáticamente el contador. Desde el primer minuto. Si entra de inicio, todo el partido se juega al límite. Si lo hace desde el banquillo, el riesgo aparece en el tramo final, cuando más cambios se producen. Ahí es donde suelen llegar los despistes.