De indiscutible a descartado: el injusto final de Pepiño | OneFootball

Aidoo no ha disputado ninguno de los amistosos que el Celta ha jugado este verano. En un primer momento, su ausencia se justificó por unas molestias físicas, tal como explicó Claudio Giráldez tras el primer encuentro estival ante el Famalicão. Sin embargo, pese a haber recibido el alta médica, el central ghanés tampoco ha viajado a Inglaterra con el resto de la expedición para enfrentarse al Wolverhampton.

Es posible que exista una razón deportiva o médica que explique su baja —Swedberg, también con problemas físicos y tras recibir el alta, se quedó en Vigo pese a haber sido renovado recientemente—, pero la situación de Aidoo es muy diferente. Su descarte para este amistoso es un mensaje más que claro sobre el difícil momento que atraviesa en el club.

La maldita lesión en el tendón de Aquiles ha marcado un antes y un después en su carrera. Falto de confianza, inseguro y muy lejos del nivel que le convirtió en un defensa indiscutible y uno de los pilares del equipo, Aidoo no ha logrado reencontrarse con su mejor versión. Con solo un año de contrato por delante, su futuro parece estar lejos de Vigo.

Queda por ver si su salida se producirá este verano, si habrá una rescisión de contrato o si encontrará destino a través de una cesión o un acuerdo que le permita marcharse libre. Esta última opción parece complicada, ya que su elevado salario supone un obstáculo para cualquier club interesado. Aun así, el Celta vería con buenos ojos una cesión que permitiera liberar parte de su ficha hasta que finalice su contrato.

Duele ver así a un jugador muy querido por el celtismo, que no está teniendo el final en el club que sin duda merecía.  No es culpa de nadie, ni del Celta ni del jugador,  simplemente que  a veces, el fútbol puede ser terriblemente injusto, y con Pepiño lo está siendo.