Del Barça al Girona pasando por el Celta, Míchel ya ha pedido su fichaje para enero | OneFootball

La historia de Ferran Jutglà en el Celta de Vigo está lejos de lo que él mismo imaginaba. El delantero catalán llegó al club con la ambición de convertirse en una referencia ofensiva, pero su arranque ha resultado decepcionante. Ni goles, ni confianza, ni continuidad, lo que debía ser un paso adelante en su carrera se ha transformado en un retroceso difícil de digerir.

Claudio Giráldez, técnico celeste, le dio oportunidades desde el principio, sin embargo, la diferencia con Borja Iglesias se notó demasiado pronto. El “Panda” aporta experiencia, trabajo y presencia en el área. Jutglà, en cambio, ha quedado atrapado en la ansiedad de querer demostrar sin conseguirlo.

La pérdida de confianza

Los minutos han sido cada vez más escasos y, con ellos, la confianza del jugador ha ido cayendo en picado. Las caras de frustración en el césped son una constante. Jutglà ya no transmite la energía que se le vio en etapas anteriores, y la grada empieza a notar que su situación no mejora.

Jutglà no acaba de brillar en el Celta | Getty Images

El entrenador, cansado de esperar un cambio de rumbo, ha optado por darle un papel secundario. En Vigo saben que el experimento no está funcionando. La titularidad es cosa de otros, y al catalán apenas le queda hueco en la rotación.

El mercado de invierno como salvación

El fútbol no se detiene y enero aparece como una oportunidad para cambiar el rumbo. Tanto el Celta como el propio jugador contemplan la posibilidad de una salida. Quedarse en Balaídos sin minutos sería un error que nadie quiere repetir.

El Girona se presenta como la opción más atractiva. El equipo de Míchel vive un momento dulce, juega un fútbol ofensivo y necesita alternativas en ataque. En ese contexto, Jutglà podría encajar mucho mejor que en un Celta más irregular y con menos paciencia para esperarle.

Míchel levanta la mano

El técnico del Girona ha puesto el nombre de Jutglà sobre la mesa. Lo ve como un refuerzo ideal para dar profundidad a la plantilla en una temporada exigente. Con el equipo peleando en la parte alta, la llegada de un delantero con hambre y deseos de reivindicarse podría ser el complemento perfecto.

Además, el estilo ofensivo del Girona favorecería a un jugador como Ferran, acostumbrado a moverse entre líneas y asociarse con compañeros en campo rival. Algo que en Vigo no ha conseguido plasmar.

Un futuro abierto

Lo que parecía una pesadilla en Balaídos puede convertirse en una nueva oportunidad en Montilivi. Jutglà necesita recuperar confianza y sentirse importante. El Celta parece haber perdido la fe en él, pero el fútbol siempre ofrece segundas oportunidades.

Si las negociaciones avanzan, el delantero podría pasar del Barça al Celta y, en apenas unos meses, vestir la camiseta del Girona. Un cambio que, más allá de lo deportivo, sería vital para reactivar su carrera y demostrar que todavía tiene mucho que decir en la Liga.