La Galerna
·27 de octubre de 2025
DEP Ochotorena

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Nos ha dejado a los 64 años José Manuel Ochotorena, antiguo portero del Real Madrid, Valencia y la selección española entre otros equipos. Un guardameta formado en La Fábrica que estuvo cuatro temporadas en el primer equipo teniendo lidiar con una enorme competencia en la portería con nombres como Miguel Ángel, Agustín y Buyo.

Nacido en Hernani, Guipúzcoa, el 16 de enero de 1961, Ochotorena tenía como principales cualidades la seguridad y la sobriedad. No era un guardameta espectacular, ni tampoco en su estilo figuraban las florituras, las excentricidades y las acciones de cara a la galería. Destacaba por su eficacia, su colocación bajo palos y su dominio de las salidas por alto.
Ochotorena comenzó jugando en el Hernani, pero pronto se fijó en él Araquistain, ojeador del Real Madrid, que envió unos informes muy positivos del arquero vasco. El club blanco se decidió a incorporarlo y con 15 años ingresó en la cantera madridista. En las categorías inferiores tuvo como compañeros a Michel, Butragueño, Chendo, Pineda, Gallego y también a Agustín, con el que hizo una carrera paralela en el marco merengue. En una entrevista a la revista oficial del club en su última etapa como juvenil declaró que “espero seguirle interesando al Real Madrid. Al año que viene me gustaría jugar con el equipo aficionado o en el Castilla. La ilusión de todos es poder llegar algún día al primer equipo del Real Madrid". Además, confirmó que estaba estudiando banca y anteriormente también comenzó los de delineante. Como ídolos explicó que Gento era uno de ellos y como portero admiraba a Betancort. Su mejor recuerdo en el Castilla fue cuando el filial madridista conquistó la Liga de Segunda división en la temporada 1983-84. Agustín ya formaba parte del primer equipo y Ochotorena fue el titular indiscutible por delante de Elola y Serna.

El debut con el primer equipo blanco se había producido dos años antes en la huelga parcial de jugadores profesionales que obligó a algunos equipos a jugar con futbolistas del filial y juveniles. Se disputaba la jornada 32 de la Liga 1981-82 cuando el Real Madrid se midió al Castellón en Castalia con Ochotorena en la portería en un once también con Francis, Fraile, Casimiro, Salguero, Espinosa, Juanito, Míchel, López Miró, Juliá y Serrano. La crónica de AS de Manuel Manferrer desde Castellón elogió la fantástica actuación del arquero vasco con varias paradas de mérito en la victoria merengue por 1-2.

El ascenso como portero de pleno derecho del primer equipo madridista le llegó de cara al curso 1984-85. El entrenador era Amancio, que le conocía del filial blanco, y fue importante en la decisión de dar una oportunidad al easonense tras la retirada de García Remón. “Casi no me lo creía. Ten en cuenta que, aunque lo esperes, hasta el momento de producirse no te haces a la idea. Significa que todo el trabajo que has hecho hasta ahora ha servido para algo. Es la mayor alegría de mi carrera deportiva". Así se mostraba el vasco en la revista oficial del club respecto a su paso con los mayores. Fue una campaña en la que se apostó por gente joven y, además del vasco, también subió Michel. Solo se fichó de fuera a Jorge Valdano. El cancerbero titular era Miguel Ángel y como segundo estuvo Agustín, por lo que Ochotorena comenzó a vivir la dura competencia que le esperaba. Respecto a la lucha por un hueco reconoció que era “muy difícil" y alabó a sus dos compañeros: "Tanto Miguel Ángel como Agustín son dos grandes porteros, muy completos, y de los cuales me gustaría poseer sus cualidades, parecerme a ellos. Yo por mi parte intentaré seguir trabajando como hasta ahora y nivelarme con ambos, para que de esta manera no haya muchas diferencias y para que exista así una sana competición entre los tres. Espero con el tiempo llegar a lo que han sido ellos". Con los pies en el suelo manifestó que “voy a trabajar y a luchar por el puesto. Estar al lado de personas tan competentes siempre hace que saques provecho de todo, que aprendas. Y ¿qué mejor sitio para hacerlo que en el Real Madrid?”

Acabó disputando siete encuentros por varios problemas físicos del orensano y el pontevedrés y pudo debutar en el Santiago Bernabéu en Liga contra el Elche el 20 de febrero de 1985. Tras el partido declaró ante los medios que “no me lo esperaba, la verdad. Y no lo supe hasta dos horas antes, cuando hablamos sobre el partido. Estoy muy contento y creo que he cumplido, aunque, la verdad, no he tenido mucho trabajo. Además, el resultado ha ayudado. La defensa me dio una gran seguridad”. La revista del Real Madrid lo volvió a entrevistar unos días después en los que se seguía mostrando feliz de ayudar al equipo blanco: “He conseguido algo muy difícil, llegar a jugar en el Real Madrid, soy consciente de ello, pero más es aún mantenerse”. Luego, a final de curso, ya con Molowny en el banquillo, fue el portero titular en la Copa de Liga que conquistaron los blancos. Disputó los dos encuentros de semifinales ante el Sporting y la final contra el Atlético de Madrid. En la ida, los colchoneros vencieron por 3-2 y en la vuelta los madridistas dieron la vuelta a la final venciendo por 2-0. Belarmo en Marca juzgó la labor de Ochotorena como “acreditada y responsable”. Esa temporada fue la primera en la que se logró la Copa de la UEFA, y aunque el vasco no tuvo minutos a lo largo de la competición, se emocionó al levantar el trofeo: “Es una alegría tremenda, ya que al ser mi primer año con el equipo era difícil suponer que iba a quedar campeón de una competición europea. Al tener la copa en mis manos he pensado en todos los que hemos estado juntos cuando las cosas han ido mal; por ellos y por mi familia me he alegrado enormemente. Me siento muy satisfecho".

Los buenos mimbres que dejó al final del curso le valieron para comenzar la temporada 1985-86 como titular del cuadro dirigido por Molowny. Llegó a la pretemporada con “gran ilusión y esperanzas a nivel de equipo y personal” y con Miguel Ángel lesionado fue el portero en 23 jornadas de Liga en una competición doméstica que se llevaron los blancos con gran superioridad por delante del Barça. Ochotorena cumplió con nota hasta que se cebó con él la mala fortuna. En la visita a Valencia, la noche de Reyes de 1986, tuvo un fuerte choque con Cabrera al salir para despejar de puños y tras recibir un cabezazo del uruguayo sufrió una fractura del tabique nasal. Ochotorena se lamentó de su suerte manifestando que “da mucha más rabia dejar de jugar que el percance en sí. Había jugado hasta entonces todos los encuentros y la lesión vino a romper un poco todos los planteamientos que tenía”. Más de dos meses tardó en recuperarse y cuando volvió Agustín había cumplido bien y perdió el puesto. Disputó algún encuentro liguero más y los cuartos de final de la Copa de la UEFA ante el Neuchatel y la ida de semifinales contra el Inter. En Milán los blancos cayeron por 3-1 y el vasco se vio “demasiado influenciado por el ambiente pareciendo nervioso e inseguro”, en palabras de la crónica de Ángel Retamar para Marca. No jugó la vuelta ni la final, pero además de esos tres duelos jugó las eliminatorias completas de 1/32 ante el AEK, de 1/16 frente al Chornomorets y la histórica de 1/8 contra el Gladbach en la remontada por 4-0 en el Bernabéu tras caer 5-1 en Alemania. Aquel curso los madridistas culminaron una temporada sobresaliente con el doblete de Liga y Copa de la UEFA.

La llegada de Buyo como uno de los fichajes importantes del club blanco de cara a la temporada 1986-87 le relegó a un segundo plano. Leo Beenhakker confió plenamente en el de Betanzos y Ochotorena se pasó inédito todo el curso en partido oficial. Solo pudo colocarse bajo palos en algún duelo amistoso como ante la Cultural Leonesa y el Atlético Marbella. Al principio del curso habló en una entrevista declarando que “personalmente, voy a salir como todos mis compañeros a luchar al máximo”, pero sabía que la entidad era complicada con el de Betanzos en liza. Aquel año el Real Madrid ganó la primera Liga de las cinco seguidas. Su última temporada en la casa blanca fue en 1987-88 y el panorama para el donostiarra no cambió demasiado. Buyo era el dueño del marco y Ochotorena y Agustín los porteros en caso de alguna emergencia o lesión del gallego. En este caso, el guipuzcoano sí tuvo presencia en dos partidos oficiales de Liga en las últimas jornadas de la campaña. Primero jugó en Vigo contra el Celta y posteriormente contra la Real en Atocha en la jornada 37. Terminaba contrato el 30 de junio y no renovó. Su periplo madridista concluía así marchándose con buen sabor de boca con otro título de Liga para su palmarés. En una de sus últimas entrevistas explicó que aunque “han sido pocos los encuentros que he disputado, en concreto dos, estoy muy satisfecho de mi actuación”. En total jugó 46 partidos y ganó tres Ligas, dos Copas de la UEFA y una Copa de la Liga.
Su carrera continuó en Valencia en el que tuvo mucha rivalidad deportiva en el marco con Sempere. En el equipo che tuvo momentos excelentes y logró un trofeo Zamora al portero menos goleador en la temporada 1988-89. Con los valencianistas también permaneció cuatro temporadas hasta que fichó por el Tenerife en el que se encontró a su antiguo compañero Agustín. En sus últimos años de carrera también defendería los marcos del Logroñés y el Racing de Santander. Con la selección española fue internacional en una ocasión. Su debut se produjo en un amistoso contra Polonia en 1989 en Riazor disputando los últimos diez minutos del encuentro. Unos meses después acudió al Mundial de Italia’90 en la convocatoria de Luis Suárez como uno de los suplentes de Zubizarreta.
Tras colgar los guantes comenzó su etapa como preparador de porteros. Primero en el Valencia y luego en el Liverpool hasta que llamó a su puerta la Federación Española de Fútbol. En la selección española hizo un excelente papel durante más de tres lustros y sus pupilos hablaban bien de sus métodos y enseñanzas no solo en el apartado técnico. Por sus manos pasaron porteros como Cañizares, Casillas, Reina, Valdés o De Gea y estuvo en el staff técnico de la época de oro de la selección que conquistó las Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de 2010. Luis Aragonés, Vicente del Bosque, Lopetegui o Luis Enrique confiaron en su sapiencia en la preparación de los guardametas hasta que en 2021 y de manera amistosa con la Federación cerró su ciclo en el equipo nacional. Al mismo tiempo lo hizo también en el equipo valencianista en el compatibilizaba funciones con la selección.
El 27 de octubre falleció en Valencia debido a una enfermedad que le fue diagnosticada el año anterior.
Getty Images, Alberto Cosín









































