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·25 de noviembre de 2025
Descalabro azulgrana en Stamford Bridge: 1×1 del Barça

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·25 de noviembre de 2025

El Barça vivió una noche para olvidar en Stamford Bridge. El equipo de Hansi Flick, que afrontaba un duelo clave para consolidarse en el TOP-8 de la Champions League y evitar la fase previa de octavos, se estrelló con estrépito ante un Chelsea intenso, vertical y muy superior en todas las facetas.
Flick introdujo dos cambios respecto al choque frente al Athletic. Regresó Ronald Araujo por Gerard Martín y Frenkie de Jong por Dani Olmo, manteniendo a Eric Garcia como pivote tras su buen rendimiento en Liga. Pero nada funcionó. La expulsión de Araujo antes del descanso terminó por hundir a un equipo que ya estaba sufriendo.
Araujo se fue expulsado por doble amarilla antes del descanso. Foto: Mike Hewitt / Getty
A continuación, el 1×1 del Barça en Londres:
Salvado. Poco pudo hacer en los dos goles encajados. Sacó una intervención clave ante Pedro Neto y se mostró seguro en lo que pudo. Uno de los pocos que no empeoró el panorama.
Preocupante. Su nivel sigue lejos de lo que ofreció la temporada pasada. Se mostró lento, impreciso y participó involuntariamente en el caos del 1-0. No dio síntomas de mejora tras el descanso.
Sobreexcitado. Cometió una primera amarilla innecesaria y llegó tarde en la acción que supuso la segunda. Hasta entonces cumplía, pero su expulsión lastró por completo al equipo.
Exigido. Como todo el bloque defensivo, sufrió muchísimo. Intentó filtrar balones y dar salida, pero el Chelsea lo tapó bien. Por la izquierda pierde su mejor ángulo de pase.
Clarividente. El mejor de la defensa. Ofreció amplitud, profundidad y valentía. Sufrió atrás, pero fue de los pocos que dio sensación de peligro con sus arrancadas.
Gris. Pese a su esfuerzo habitual, no dominó la zona ancha ni logró dar fluidez al juego. Cumple como parche, pero en escenarios de máxima exigencia sufre demasiado.
Perdido. Asumió el rol de Pedri, pero se mostró desubicado y desconectado del juego. Participó poco y no aportó claridad. Se espera mucho más de él en noches así.
Bregador. Trabajó, pero apareció muy poco. No encontró socios, no pudo llegar desde segunda línea y estuvo lejos de su brillante actuación ante el Athletic.
Chispeante… al principio. Arrancó eléctrico, con voluntad de desequilibrio, pero se apagó rápido. Pasó muchos minutos sin entrar en juego.
Gafado. Desperdició un mano a mano clarísimo al inicio y nunca se recuperó del error. Inseguro, impreciso y protagonista involuntario del caos en el primer gol del Chelsea.
Ausente. Buen arranque, descargando balones y generando espacios, pero desapareció por completo. No dejó huella en el área rival.
Sentenciado. Entró con uno menos y apenas pudo influir. Ni agitó el ataque ni ofreció trabajo defensivo.
Corazón. Entró con energía e intentó empujar al equipo cuando la moral estaba por los suelos. Poco efecto, pero mucha actitud.
Tibio. Correcto sin más. No incidió en el juego ni aportó soluciones.
Residual. Apenas unos minutos, con el partido decidido y sin posibilidad real de influir.
Testimonial. Entró al final con todo resuelto.
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