Después del heroico empate de Argentinos Juniors, San Lorenzo fue más efectivo en los penales y clasificó a las semifinales | OneFootball

San Lorenzo se impuso a Argentinos Juniors en la definición por penales 8-7, tras igualar 1-1 en los 90 minutos, en el estadio Diego Armando Maradona, por los cuartos de final del Torneo Apertura. El próximo rival de este Ciclón tan lleno de problemas fuera de la cancha como lleno de convicción adentro será el ganador de River Plate-Platense.

En un choque de estilos entre un equipo con mucha técnica, Argentinos Juniors, que ofreció muchas muestras de su juego vistoso, asociado y ofensivo en este torneo, y un equipo con mucha táctica, San Lorenzo, que brindó bastantes muestras de disciplina, solidaridad y entrega en este certamen,

Demasiado flojo, sobre todo con tanta expectativa previa, resultó el partido. En el primer tiempo sobraron las discusiones, los roces y los empujones y estuvo ausente la lucidez. San Lorenzo estancó el partido entre el mediocampo y tres cuartos de cancha para impedirle a Argentinos Juniors que fluya su juego pulcro y prolijo.

Lo más peligroso de esa etapa inicial fue el golpe involuntario, por supuesto, de Orlando Gill a Jhohan Romaña cuando el arquero saltó a cortar un centro y le pegó en la cabeza a su compañero. El defensor colombiano debió ser atendido en un par de oportunidades y finalmente salió reemplazado en el entretiempo.

En el segundo tiempo, no cambió demasiado la postura y el desarrollo, pero al menos llegaron los goles. Una brillante acción del vasco Iker Muniain, gambeteando entre rivales, y dándole el pase en profunidad a Ezequiel Herrera, quien despachó el centro para el cabezazo goleador de Andrés Vombergar, a los 24 minutos.

Lo aguantaba San Lorenzo, se pasaba de revoluciones Argentinos Juniors en su búsqueda de la igualdad. Parecía que el conjunto del sabio Miguel Ángel Russo lo tenía controlado hasta que en el quinto, de los seis, minuto de descuento el Bicho logró el agónico empate, con un cabezazo de Tomás Molina, asistido con otro golpe de cabeza de Francisco Álvarez. Y se gritó y se festejó fuerte en La Paternal.

En la jugada siguiente, la última del partido, mientras todo San Lorenzo seguía reclamando una inexistente falta previa, Ismael Chuco Sosa tuvo una gran oportunidad, pero su remate, de frente al arco y de media vuelta tras recibir un buen pase de Maximiliano Romero, salió muy cerca.

En consecuencia, el pase a semifinales debió definirse en los penales. Y la brillantez que le faltó al partido, apareció en la capacidad para las ejecuciones. Los perfectos remates, con mayor o menor potencia y con mayoría de búsquedas a los rincones de Leandro Lozano, Ismael Sosa, Sebastián Prieto, Joaquín Ardaiz y el arquero Diego Ruso Rodríguez, de parte del local, y de Andrés Vombergar, Alexis Cuello, Elías Báez, Ezequiel Herrera y Nery Domínguez dejó igualada la tanda de cinco remates.

También convirtieron Tomás Molina y Nicolás Tripichio para extender la igualdad y el suspenso que se prolongó con los goles de Alan Lescano y Matías Reali. En la siguiente tanda, Diego Rodríguez se lo atajó a Maximiliano Romero y luego anotó Gastón Hernández para darle a San Lorenzo la felicidad de la clasificación.

Argentinos Juniors se fue muy aplaudido -merecidamente por su muy buena campaña y desempeño en el torneo- por sus hinchas. San Lorenzo ratificó su milagro fabricado por Miguel Russo y gestionado por un plantel solidario y disciplinado tácticamente que en medio de un crisis institucional y con sueldos atrasados deja en claro su voluntad y personalidad en los campos de juego.