Futbolete.com
·15 de abril de 2021
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En una organización ajena al fútbol este tipo de indicaciones no deberían tener una repercusión tan mediática, como sí pasa en el fútbol, donde rara vez se escucha que el dueño del club le diga al técnico sobre cuáles cambios debe hacer.
Para este deporte, el entrenador goza de independencia y más allá de sus decisiones, los dueños o máximos dirigentes las acatan. Al menos externamente se ve así. Con excepciones a la regla, lógicamente porque hay propietarios de equipos que, si los dejan, ellos mismos dirigirían.
En el campeonato de primera división que hay en Rumania el dirigente Gigi Becali es de los más controvertidos. Máximo accionista del FCSB, suele dar bastantes indicaciones a su equipo, pasando por encima de los conceptos del entrenador.
Antes de la final por la Supercopa de Rumania, el dirigente declaró que lo mejor que se podía hacer en el equipo es que sus titulares y referentes solo jugaran el primer tiempo, de forma tal que el plantel llegue lo suficientemente descansado para la disputa de los playoffs en la Liga local.
Lo que parecía ser una sugerencia, comentario hecho en medios de comunicación, en realidad fue una orden. La imposición del dueño del equipo se ejecutó tal cual como lo estimó durante el compromiso que jugaron el FCSB y Cluj.
En el entretiempo se hicieron exactamente los cambios: 5 en total. Salieron Florin Tănase, Olimpiu Moruțan, Răzvan Oaidă, Ionuț Vînă y Octavian Popescu. En sus lugares fueron Ovidiu Perianu, Șut, Valentin Creţu, Radunovic e Istrate.
El entrenador del FCSB es Toni Petrea, quien ya ha tenido varios procedimientos semejantes, dado que en ese club Gigi Becali es quien pone el dinero y también da las indicaciones a ejecutar por parte del cuerpo técnico.