El actual entrenador del Albacete "inventó" el teletrabajo antes de un partido contra el Celta B | OneFootball

El Celta se medirá al Albacete en la Copa del Rey, un conjunto que está dirigido desde el banquillo por Alberto González, un técnico de discreta carrera como futbolista, que tras pasar por la cantera de Málaga como entrenador y en el fútbol base la ciudad de la Costa del Sol, vivió su primer éxito con El Ejido, al que ascendió a Segunda B, y mantuvo durante dos temporadas en la categoría de bronce.

Pero su nombre sonó para el fútbol español por primera vez antes de un partido contra el Celta Fortuna en enero de 2023. Por entonces el teletrabajo se había convertido en una realidad para muchos trabajadores tras la pandemia, pero nadie se imaginaba que pudiese aplicarse al fútbol.

Alberto González, natural de Málaga, tenía que regresar a su ciudad por motivos personales, y la opción era dejar el banquillo del Linares, al que dirigía por entonces, o implementar un novedoso sistema de teletrabajo para seguir entrenando al equipo a más de 200 kilómetros de distancia. El club, que no quería prescindir de sus servicios, aceptó esta fórmula queestrenó ante el por entonces denominado Celta B el 22 de enero de 2023. "Quiero darle prioridad a la conciliación y la atención necesaria a mis hijas, que están lejos de Linares, pero sin que el proyecto deportivo pierda fuerza. Todo seguirá como hasta ahora, con la misma ilusión, y lo vamos a sacar adelante, aunque sé que es algo inédito", explicó en la rueda de prensa previa al partido.

El técnico dirigió de forma telemática aquel partido ante el filial celeste, que entrenaba por entonces Claudio Giráldez. No le fue bien en aquel partido, que ganó el Celta B(4-2) con un doblete de Javi Rodríguez, y tantos de Iker Losada y Lautaro de León, pero a pesar de dirigir al equipo desde la distancia en semanas alternas, y ausentarse de muchos partidos, como en este caso, el Linares concluyó la temporada en sexta posición con 59 puntos, los mismos que el Celta B, que cerró la zona de promoción de ascenso.

Su buen hacer en el Linares le permitió que el Albacete Balompié se fijase en él, para ficharlo un año después en una situación complicada, con la misión de salvar la categoría de plata, logrando 19 puntos en 10 partidos, y desde entonces dirige a un Albacete que se caracteriza además por su refinado estilo de juego.