SportsEye
·11 de agosto de 2025
El aguacero que desató la polémica en CU

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·11 de agosto de 2025
La igualdad entre Pumas y Necaxa en Ciudad Universitaria dejó mucho más que un punto para cada equipo: el clima y la polémica arbitral fueron protagonistas y pusieron el foco sobre la organización y el reglamento de la Liga MX, según la cobertura de Record.
Todo comenzó con un diluvio desde el arranque. La tormenta arreció especialmente pasada la media hora de juego, transformando el campo en una colección de charcos y complicando la circulación de la pelota. El árbitro Guillermo Pacheco permitió que se completara la primera mitad, a pesar de las dificultades evidentes para los futbolistas y crecientes riesgos en la integridad física. Pero la cancha se volvió tan compleja que, durante el entretiempo, el descanso se prolongó casi media hora por la intensidad de la tormenta y la presencia de rayos cerca del estadio, tal como marca el protocolo de protección civil.
Este manejo dejó a muchos con mal sabor de boca. Analistas como Francisco Chacón no tardaron en expresar su desacuerdo: “Increíble la falta de criterio y personalidad del árbitro Pacheco, el partido se juega en una alberca. Todo les da miedo. Lo primero que se tiene que cuidar es la integridad física de los jugadores, el juego tendría que estar suspendido,” cuestionó. La controversia llegó también a las redes sociales: Necaxa, con ironía, publicó una imagen de un bebé nadando acompañado por una pelota de playa para ilustrar el minuto a minuto de un partido que parecía más cercano al waterpolo que al fútbol tradicional.
El reglamento deja claro que, ante tormentas eléctricas, el partido debe detenerse si hay riesgos y si entre el relámpago y el trueno pasan 30 segundos o menos. Fuentes de la Liga MX citadas por Record enfatizan que la seguridad de jugadores y público debe ser prioritaria, aunque en este caso la decisión fue terminar la etapa inicial y reanudar sólo cuando la tormenta perdió fuerza.
Con la normalidad mínima restablecida, el partido finalmente se pudo jugar y los equipos sumaron de a uno, pero el cierre traería más polémica. Sobre el final, un cruce entre Kevin Rosero y Rubén Duarte generó reclamos airados de Pumas por un posible penal. El árbitro revisó la acción en VAR y justificó su fallo: “El jugador del Necaxa juega el balón y se produce una acción de juego, no hay penal”. Duros gestos desde la tribuna acompañaron la explicación y el empate selló un duelo marcado por la frustración universitaria: Pumas, que se había adelantado a través de Duarte, recibió el empate de Diego de Buen y falló una ocasión inmejorable a poco de terminar.
Más allá del resultado, el partido en CU quedará como un ejemplo de cómo el fútbol mexicano sigue discutiendo los límites entre espectáculo, seguridad y justicia deportiva. Fuentes: Record.
Photo by Hector Vivas/Getty Images