El Almería apuesta por el talento marroquí para su extremo | OneFootball

En Almería, donde el sol no perdona ni en invierno y el Mediterráneo susurra ambiciones futboleras, se fragua un nuevo capítulo en la reconstrucción rojiblanca. Tras la frustración de no alcanzar el ascenso y una pretemporada marcada por el cambio de rumbo, la UD Almería ya tiene cerrado el primer gran movimiento ofensivo para volver a ilusionar. Se trata de un extremo marroquí, joven, talentoso y desequilibrante. Que llegará para encender la mecha de las bandas en el UD Almería Stadium.

Se trataría de Anwar Oussarhan. Así lo informa el medio ‘Africafoot’. Y este medio ha podido confirmar a través del entorno del jugador que, efectivamente, existen negociaciones para su llegada, aunque aún no un acuerdo cerrado. El perfil encaja con la nueva política del club. Juventud, proyección y potencial para revalorizar. En realidad, la misma que viene aplicando desde la llegada de Turki. Un extremo veloz, con regate, con gol. Un jugador que, al igual que otros compatriotas suyos en la liga española, quiere dejar huella en un campeonato tan competitivo como la Segunda División.

Una necesidad en el sistema ofensivo del Almería

La elección no es casual. El Almería sufrió la pasada temporada una alarmante falta de profundidad en el ataque. En su retorno a LaLiga Hypermotion, el fútbol ofensivo de los indálicos siempre vino por el interior. Sus jugadores ofensivos de banda no amenazaron pegados a la cal, siempre iban hacia adentro. Ninguno de sus extremos, además, logró asentarse con regularidad. Jugadores como Arnau Puigmal o Nico Melamed ofrecieron destellos, pero sin continuidad. Por su parte, Baptistao siempre iba hacia adentro. Con el nuevo fichaje, el club pretende cubrir una de sus carencias más notables. El desborde desde el costado, el uno contra uno, el factor sorpresa.

La llegada de este jugador marroquí también responde a un criterio de complementariedad. En un equipo que contará con futbolistas como Marcos Luna o Álex Muñoz en los costados, capaces de aportar amplitud y recorrido, incorporar un extremo puro permitirá abrir el campo y generar superioridades por fuera. La Segunda División premia a quienes se atreven a romper estructuras. Y el nuevo fichaje está llamado a ser ese tipo de jugador. Recuerda, salvando distancias, a la mejor versión de Largie Ramazani en Almería.

El mercado marroquí, una mina por explorar

La apuesta por un perfil marroquí no es nueva, pero sí significativa. El fútbol del país magrebí vive un momento dulce, con una generación joven que brilla en Europa. Y que ha elevado el prestigio del fútbol marroquí a nivel internacional. Equipos como el Girona o el Valladolid han encontrado en Marruecos talento de alto nivel a bajo coste. El Almería, con una estructura cada vez más internacionalizada, no quiere quedarse atrás.

Además, la conexión cultural, lingüística y geográfica entre Almería y el Magreb hace que la adaptación sea más natural. La afición, en muchos casos con raíces compartidas, suele acoger con entusiasmo a futbolistas marroquíes que conectan con la grada desde el primer regate. El club, consciente de ello, también ve una oportunidad en términos de identificación e impacto social.

Un nuevo comienzo para un Almería que quiere volver

El fichaje del extremo marroquí no solo es una operación deportiva. Es un mensaje. El Almería no quiere ser uno más en LaLiga Hypermotion. Quiere competir, crecer, volver. Y para hacerlo, necesita algo más que nombres. Necesita personalidad, talento diferencial, hambre. Ese perfil que parece encarnar el nuevo refuerzo.

En los próximos días, cuando su nombre sea oficial y su foto con la camiseta rojiblanca se viralice en redes, comenzará a escribirse una historia que aún está por contar. La de un joven marroquí, Oussarhan, que elige el sur de España para seguir soñando. Y la de un club que, tras tocar fondo, quiere volver a mirar hacia arriba. Con velocidad, con desborde… y con alma.