Regate Femenino
·19 de noviembre de 2023
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A un año de la Copa del Mundo de 2015 con sede en Canadá, una joven nigeriana despuntaba en las categorías inferiores de su país. Asisat Oshoala acababa de convertirse en el Balón de Oro y Bota de Oro del Mundial sub-20 disputado en el mismo país. Nigeria fue subcampeona tras caer en la final por un gol de la germana Lena Petermann, actualmente jugando en el Leicester City. En ese mismo torneo destacaron futbolistas como Lindsay Horan, Pauline Bremer, Sara Dabritz o Mbock Bathy. Pero sin duda la gran estrella del torneo fue la delantera nigeriana de 19 años. Dos años antes ya había disputado otro Mundial sub-20, esa vez jugando como centrocampista defensiva y alcanzando las semifinales. Pero en su potente físico y envergadura, el seleccionador Peter Dedevbo, quien todavía sigue dirigiendo al equipo, vio en ella a una delantera infalible. Y así lo demostraría en las tres semanas que duró la competición.
Siete goles que llamaron la atención del continente europeo y permitieron a Oshoala dar un salto en su carrera. Antes de ese torneo, la nigeriana ya había realizado unas pruebas con el Paris Saint-Germain. Sin embargo, fue el Liverpool quien finalmente se llevó a una futbolista de lo más cotizada. A Oshoala no le sobraban las propuestas, pero su amor por el equipo de Anfield la llevó a tomar la decisión. Tras formarse en FC Robo Queens y Rivers Angels, Asisat llegaba a la ciudad inglesa con el premio a mejor futbolista africana bajo el brazo. Era enero de 2015, ya faltaba menos para el ansiado Mundial, y aunque Oshoala había debutado con la selección absoluta en 2013 y sin duda lideraba a las jóvenes generaciones, quería demostrar su valía con las Reds.
Fuente: Liverpool FC
Recién campeonas de liga, eran favoritas para revalidar el título, que por entonces se disputaba como un torneo de verano. La temporada no empezaba hasta marzo, y se vería interrumpida por la Copa del Mundo hasta finalizar en octubre. Sin embargo, no fue el mejor año para el equipo del condado de Merseyside. Mientras Chelsea se alzaba campeón y Manchester City lograba clasificarse para Champions, las de Matt Beard se quedaban a cinco puntos del descenso. Bien es cierto que el Bristol City fue firme candidato a farolillo rojo durante todo el curso, pero el Liverpool tan solo ganó cuatro partidos de catorce, firmando trece puntos. Números que contrastaban con la cifra de veintiséis que las convirtió en campeonas un año antes.
Fue una temporada marcada por las lesiones. Tan solo cinco jugadoras del primer equipo salieron ilesas. El resto, vieron alterada su temporada por problemas físicos que lastraron los resultados del conjunto. La propia Oshoala estuvo mermada por una lesión de rodilla que la dejó en fuera de juego durante diez semanas. Así mismo, piezas clave como Danielle Gibons, Fara Williams, Corina Schrodes, Katrin Omarsdottir o las recién fichadas Satara Murray, Line Smorsgard e Ingrid Ryland estuvieron más de un mes apartadas. No es casualidad que el Liverpool jugara partidos en el Select Security Stadium, campo de césped artificial, en un año donde todavía no había las mismas restricciones que existen hoy. Además de ello, las inglesas disputaron la Liga de Campeones, aunque fueron eliminadas en dieciseisavos por el Brescia.
Fuente: TheCable
Aunque no fue el mejor año de Oshoala, que como era de esperar disputó el Mundial en Canadá, marcando un gol en el primer partido, la nigeriana dejó el equipo al término de la temporada para fichar por el Arsenal. En ese entonces Asisat se había convertido en la primera futbolista africana en aterrizar en el fútbol femenino inglés. Una noticia que, tal y como reconoció en una entrevista para The Guardian, se difundió por todos los países africanos. Además, generó un mayor interés de la liga femenina. “Mucha gente no habría pensado que una jugadora nigeriana podría salir a jugar para un equipo como el Liverpool Ladies, así que creo que tendrá una gran influencia. La mayoría de la gente sigue la Premier League, pero realmente no saben mucho sobre la liga femenina aquí. Ahora, como me uní, van a empezar a seguir la WSL».
Con el apodo de ‘Seedorf’ en honor al exfutbolista de Real Madrid y Milan o también llamada ‘Superzee’ por sus compañeras, Oshoala acabaría pasando por la liga China después de su experiencia en el Arsenal, donde tan solo marcó dos goles. No sería hasta aterrizar en Barcelona cuando la nigeriana explotó a nivel goleador. Desde entonces, son más de cien goles los que ha anotado en sus cinco temporadas vestida de blaugrana. Cifras que convierten a la delantera de 29 años en una de las mejores futbolistas de la historia del fútbol africano, si no la mejor. Y es que la futbolista que llegó a Europa con todo por hacer ha conseguido asentarse y ser pieza fundamental en el equipo más en forma del continente. No cabe duda de que a Oshoala se la recordará por sus años en Barcelona, pero aunque parezca lejano, no hace tanto celebraba goles en la tierra de los Beatles.