Dosis Futbolera
·3 de septiembre de 2025
El Atlético contra las cuerdas : la historia no invita al optimismo

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·3 de septiembre de 2025
Los primeros resultados no invitan al optimismo. El equipo rojiblanco se aleja de la pelea por la cima demasiado pronto.
Los rojiblancos han arrancado la temporada con mal pie. En las tres primeras jornadas, el balance es pobre: dos empates y una derrota. El equipo de Simeone llega al primer parón de selecciones en la 17ª posición, un lugar muy alejado de las aspiraciones con las que afrontó el curso.
El estreno oficial del Atlético en la campaña 25-26 fue el pasado 17 de agosto en el RCDE Stadium, donde cayó por 2-1 ante el Espanyol. Después, en su debut en el Riyadh Air Metropolitano, tampoco pasó del empate (1-1) frente al Elche. La historia se repitió en la tercera jornada, esta vez en Mendizorroza contra el Alavés, con idéntico marcador (1-1).
Un detalle inquietante se repite en todos esos encuentros: el Atlético se adelantó en el marcador y no supo sostener la ventaja. Esa fragilidad a la hora de cerrar partidos explica el mal arranque liguero, que deja al club colchonero con un futuro inmediato comprometido.
El dato histórico tampoco invita al optimismo. Ningún equipo en LaLiga logró proclamarse campeón después de sumar solo dos puntos en las tres primeras jornadas. A ello se suma la estadística de Opta, que sitúa las opciones de los rojiblancos de ganar el título en apenas un 2,4%. Muy lejos del 50,7% del Barcelona y del 38,1% del Real Madrid.
Más allá de los números, las sensaciones tampoco son positivas. El equipo no consigue desplegar un juego convincente y sus rivales le han encontrado con facilidad las grietas. Sin embargo, en el vestuario saben que las matemáticas no son sentencia y que aún hay margen para revertir el rumbo. La clave estará en recuperar la solidez defensiva y la eficacia que siempre caracterizaron al equipo de Simeone.
El desafío es enorme, pero el Atlético ya ha demostrado en otras temporadas que puede sobreponerse a los golpes. El camino hacia el título está cuesta arriba, aunque en el fútbol las estadísticas siempre están para romperse.