El Barça lleva a un niño prodigio a Newcastle | OneFootball

Una expedición multitudinaria viajó rumbo a Inglaterra con jugadores de primer equipo y cantera. Entre todos, un joven de apenas 15 años acaparó la atención.

No es habitual que un cadete de 15 años se siente en el mismo avión que el primer equipo. Esta vez, sí. Ebrima Tunkara, nacido en 2010, forma parte de la convocatoria de Pol Planas para enfrentarse al conjunto juvenil de las ‘urracas’. Un reto precoz: medirse a rivales que en su mayoría le sacan tres años.

La costumbre de la UEFA de alinear los calendarios permite que los dos equipos viajen en el mismo chárter. Eso explica la expedición masiva: 23 futbolistas del primer plantel y 20 del Juvenil A, además de técnicos, directivos y acompañantes. Pero, entre tanta gente, brillaba un nombre inesperado.

El caso de Ebrima es singular. Su padre emigró desde Gambia en 2007 y se asentó en Cerdanyola. El joven pudo reunirse con él en 2017, cuando tenía siete años. Poco después, el Barça lo captó en la temporada 2018/19 gracias al ojo de Albert Puig, que pronto detectó en él un talento distinto.

Su crecimiento ha sido constante. Potencia física, inteligencia táctica y técnica depurada hacen de él un futbolista dominante en su categoría. No sorprende que ya lo señalen en La Masia como uno de los nombres llamados a marcar época. Su 1,90 en proyección –con un padre que supera los dos metros– explica parte de su impacto, pero no lo define: el chico también deslumbra con el balón en los pies.

Puig lo describía con claridad hace unos meses: “Con Ebrima estabas tranquilo. Te multiplicaba al resto. En dos temporadas enteras no perdimos un solo partido con él en el campo”. Palabras que pesan.

El jueves puede llegar el momento de su debut en la Youth League. En el club no quieren precipitarse: lo cuidan, lo protegen y lo dosifican. Pero todo apunta a que su viaje a Inglaterra será el primero de muchos en un camino destinado a dejar huella.