El Barça ya echa de menos a Lamine | OneFootball

El Barça cayó con estrépito en el Sánchez Pizjuán. Derrota por 1-4 ante el Sevilla. Un golpe duro, inesperado y preocupante. Sin Lamine Yamal, el Barça perdió brillo, ritmo y confianza. No fue solo una mala noche. Fue la constatación de una nueva realidad: la laminedependencia.

Durante los partidos anteriores, el conjunto azulgrana había resistido sin su joven estrella. Había sabido competir, mantener la estructura y encontrar soluciones colectivas. Pero en Sevilla no hubo nada de eso. El equipo se descompuso ante la presión rival, sin ideas ni desborde. La ausencia de Lamine se sintió en cada intento de ataque, en cada balón perdido.

El Barça sin sustitutos claros de Lamine: Ferrán por derecha, Bardghji…

El Sevilla impuso su ley desde el inicio. Dominó el ritmo, castigó los espacios y aprovechó cada error. El Barça, lento y desconectado, solo reaccionó a ráfagas. El gol de Rashford fue un espejismo. La defensa, sin salida clara, se vio superada una y otra vez. En la segunda parte, los locales sentenciaron con contundencia.

Esta derrota reabre el debate sobre la dependencia de un jugador de apenas 17 años. Lamine no solo aporta talento. Es energía, imprevisibilidad, desequilibrio. Sin él, el ataque pierde profundidad y el equipo se vuelve previsible. Lo que antes era una virtud, ahora parece una carencia estructural.

La laminedependencia ya tiene nombre y síntomas. El Barça necesita soluciones urgentes. Hansi Flick deberá encontrar alternativas, porque no se puede vivir de un solo recurso. La temporada es larga y los rivales no perdonan. En Sevilla se vio la fragilidad de un equipo que, sin su joya, parece perder el alma. Además, la ausencia de Raphinha también evidenció la falta de chispa arriba.

Una tarde negra que deja una lección clara: sin Lamine, el Barça es otro. Menos peligroso, menos convincente, menos Barça.

Autor: Gonzalo.

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