Fondo Segunda
·1 de agosto de 2025
El CD Castellón blinda su futuro con una renovación estelar

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·1 de agosto de 2025
En un fútbol cada vez más devorado por lo efímero, donde las promesas cambian de escudo antes de dejar huella, hay decisiones que hablan de convicción. De proyecto, de identidad. El CD Castellón ha dado un paso firme en esa dirección al asegurar la renovación de Álex Calatrava, su talento más reluciente, hasta 2029. Un contrato largo, un salario mejorado, una cláusula elevada. Pero más allá de los números, hay un mensaje claro. El futuro de Castalia no se negocia.
A sus 25 años recién cumplidos, Calatrava representa el alma de un Castellón que ha vuelto a la Segunda División con el orgullo intacto y la mirada en alto. El joven extremo zurdo, nacido en Parets del Vallès, ha crecido bajo el abrigo del albinegrismo. Y se ha ganado el corazón de la afición con una mezcla irresistible de desparpajo, calidad técnica y compromiso. Renovarle no era solo una cuestión contractual. Era una declaración de principios.
Durante la temporada tras el ascenso, Calatrava fue uno de los jugadores más influyentes del equipo dirigido por Dick Schreuder y más tarde por Johan Plat. Participó en 32 encuentros de liga regular, firmando 6 goles y repartiendo 11 asistencias. Más allá de las cifras, que ya de por sí hablan de su impacto, su presencia en el campo ha sido diferencial. Partiendo generalmente desde la banda izquierda, ha roto líneas, ha acelerado transiciones y ha marcado tiempos en los momentos de máxima tensión. En resumen, ha sido el desequilibrio en un equipo que apostaba por el control.
EL MERCADO DE FICHAJES DE LALIGA HYPERMOTION
La renovación de su contrato, tal y como ha informado el periodista Jorge San Cristóbal, implica una ampliación hasta el verano de 2029. Según fuentes cercanas a la operación, la nueva vinculación incluye una mejora salarial significativa. Y una cláusula de rescisión que supera ahora los 5 millones de euros, que era lo estipulado anteriormente. Una cifra que no frena la ambición del jugador, pero que sí protege los intereses del CD Castellón ante posibles tentaciones externas. Porque Calatrava ya ha sido seguido de cerca por varios clubes de LaLiga EA Sports y del extranjero, especialmente tras su irrupción en el tramo final del curso.
¿Por qué ahora? La decisión llega en el mejor momento. Justo antes de que arranque la temporada 2025-26 en LaLiga Hypermotion. Competición en la que el CD Castellón vuelve a competir con la intención de asentarse y no solo sobrevivir. Asegurar la continuidad de Calatrava es asegurar talento. Pero también estabilidad emocional para un equipo que necesita referentes propios. En el vestuario, el extremo es querido y respetado. En la grada, idolatrado. Y en los despachos, considerado pieza clave para el corto, medio y largo plazo.
La decisión también responde a una lógica de mercado inteligente. En una Segunda cada vez más exigente, con clubes que manejan presupuestos de Primera y que pescan talento joven sin pestañear, blindar a un jugador diferencial y de la casa es un acto de resistencia. Y también una estrategia de valor. Si Calatrava sigue creciendo como hasta ahora, su cláusula será, más que un muro, una puerta con cerradura cara. Equipos como el Elche han negociado, pero ni se han acercado a la cláusula. Y mientras tanto, el Castellón se asegura disfrutar de su zurda, de su verticalidad y de su personalidad.
Hay jugadores que simplemente pasan por los clubes. Y hay otros que dejan huella. Calatrava, que apenas va a cumplir dos temporadas en el primer equipo, ya es historia viva del club. Lo fue con sus galopadas por la banda en los momentos decisivos que forjaron la permanencia. Lo es ahora al sellar su compromiso con el futuro del Castellón. Y lo será, seguramente, en los próximos años. En los que todo apunta a que será mucho más que una promesa: será bandera.
En un fútbol que mira más al mañana que al presente, el Castellón ha hecho algo que pocos clubes se atreven a hacer. Detener el tiempo para cuidar lo suyo. Y en ese gesto, se esconde algo más grande que una renovación. Se esconde la esencia de un proyecto que no quiere conformarse con volver, sino con quedarse. Y hacerlo, además, con uno de los suyos. Porque Álex Calatrava no es solo un jugador. Es una declaración. Y ahora, también, una certeza.