El Chelsea dejó al Barça sin ideas | OneFootball

El Barça se vio atrapado en Stamford Bridge ante el Chelsea. Las de Pere Romeu solo pudieron sacar un empate para seguir líderes.

Las azulgranas vivieron una noche incómoda en Londres, donde el Chelsea logró controlar el ritmo del partido y reducir al conjunto blaugrana a una versión muy lejana de la habitual. El 1-1 permite al Barça mantener el liderato del grupo en la Champions, pero el encuentro dejó una sensación extraña: el equipo no ofreció la imagen dominante a la que tiene acostumbrada.

Desde el inicio, el Chelsea planteó un duelo físico, agresivo y perfectamente estudiado. Su presión alta asfixió al mediocampo culé, que no encontró caminos para progresar ni conectar con las atacantes. Las Blues, mucho más intensas, dominaron las segundas jugadas y obligaron al Barça a defender más de lo previsto. El gol de Ellie Carpenter al cuarto de hora fue el reflejo de ese plan: un fuerte disparo que dejó sin opciones a Cata Coll y evidenció la superioridad local en el arranque.

El Barça reaccionó como pudo. En un córner, Ewa Pajor aprovechó un balón suelto para igualar el marcador y devolver algo de calma al equipo. Sin embargo, el empate no cambió el guion del encuentro. El Chelsea siguió siendo el conjunto más cómodo, el que imponía el ritmo y marcaba la pauta en cada jugada.

La segunda parte estuvo marcada por un partido trabado y lleno de interrupciones, incluido un apagón que detuvo momentáneamente el juego. Ese parón pareció beneficiar al Barça, que logró asentarse ligeramente, aunque sin crear ocasiones claras para adelantarse y buscar la victoria. El Chelsea, más decidido, tuvo las mejores oportunidades, llegando incluso a marcar un gol que fue anulado por fuera de juego.

Finalmente, el empate supo a poco para las blaugranas. No fue la mejor noche de las de Pere Romeu, y se notó. La versión mostrada está lejos de su nivel habitual. Un Chelsea sólido y valiente dejó al Barça sin ideas y volvió a demostrar que es uno de los pocos equipos capaces de incomodar seriamente el estilo culé.

Aun así, el punto permite al Barça seguir al frente del grupo y depender de sí mismo en la Champions. Pero el partido deja una advertencia clara: en Europa, cuando la presión aumenta y el rival aprieta, el equipo debe encontrar alternativas para brillar y no verse superado dentro del terreno de juego.

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