El complicado futuro de Kike Salas por las nuevas investigaciones por apuestas | OneFootball

Las nuevas investigaciones por apuestas complican su futuro deportivo, cuando apuntaba a ser uno de los líderes de la nueva plantilla

Kike Salas había terminado la temporada siendo de los mejores jugadores del Sevilla, muy importante para alcanzar la salvación. No solo fue un baluarte en la defensa, si no que además marcó goles que ayudaron a sumar puntos que a la postre fueron decisivos para alcanzar la meta. La afición, vista su entrega, compromiso y trabajo en los malos momentos del equipo, incluso pedían la capitanía para él de cara a la próxima temporada. Pero, a falta de un partido para cerrar el horrible curso 2024/2025, nuevas informaciones en torno al canterano hacen que se complique su futuro.

Como sucediera en enero, vuelven a surgir informaciones en torno a las apuestas en las que ha estado implicado junto a dos amigos, César G. y Kevin L.. Hay que recordar que estuvo a punto de salir en el mercado de invierno a la Lazio, pero su detención por su implicación en casos de apuestas dieron al traste con el traspaso. Y ahora, en su mejor momento, otra vez sete asunto le vuelve a salpicar, poniendo en seria duda su continuidad. Eso sí, la presunción de inocencia siempre va por delante.

Este viernes, el diarioEl Confidencial informaba de que Kike Salas habría anticipado las alineaciones del Sevilla a personas de su círculo cercano con el fin de dicho hecho como variable, y de esta manera aumentar los premios en la supuesta trama de apuestas ilegales, tal y como se revelan en las conversaciones mantenidas a través de WatshApp.

Dichas conversaciones han salido de los centenares de comunicaciones que el Centro Nacional de Policía por la integridad en las Apuestas y el Deporte (Cenpida) ha hecho llegar al Juzgado de Instrucción número 1 de Morón de la Frontera (Sevilla), siendo pruebas de mucha relevancia.

Antes del partido que enfrentó a Las Palmas con el Sevilla, César G. habría preguntado a Kike Salas por los onces iniciales, a los que 28 segundos más tarde el defensa respondió: “Ocampos bade sergio yo adri Nema buba oli Isaac nesy (sic)”. Ese sería el once que dispuso Quique Sánchez Flores, por entonces entrenador sevillista, en el estadio de Gran Canaria. Volvió a suceder los mismos en los partidos ante el Villarreal el 11 de mayo, con el Cádiz cuatro días más tarde, y con el Athletic Club el día 19. Como explica el informe policial, “este hecho es de gran interés, ya que en una de las apuestas que realiza Cesar a ese encuentro es en la operadora de juego Codere, en la que se apuesta por una tarjeta amarilla que va a sacar a su amigo Kike Salas, y que éste va a salir de titular en el encuentro”. En lo referente a los encuentros ante el equipo vasco, el jugador le habría dicho César G. que “va a jugar de titular y que si quiere puede pedirle un bizum a alguien y que, en el caso de que falle la web de Betfair realice la apuesta ‘en papel”.

También ocurrió en la visita de Barça al Ramón Sánchez-Pizjuán, en el partido que cerró la anterior temporada. El citado amigo acudió a un salón de apuestas de Morón de la Frontera, llegando a realizar dos apuestas de 100 euros cada una: la primera a la amonestación a KIke, y la segunda al mismo suceso con Ocampos. Llegó realizar la misma apuesta combinada en la casa online Leovegas. Casualmente, esos serían los únicos jugadores del Sevilla que vieron la tarjeta amarilla.

Como informa la policía, el fraude supuso una ganancia neta de aproximadamente 9.000 euros, que usaron para pagar un viaje conjunto de vacaciones ese verano. Kike Salas, por aquel entonces, tenía un salario en el Sevilla de 360.000 euros brutos anuales.

El procedimiento de Kike era no realizar apuestas con dinero de su cuenta, pidiendo a conocidos que lo hicieran, como Ángel P., pidiéndole 400 euros antes de jugar ante el Barcelona. Una de las conversaciones revela lo siguiente: “Si puedes si bro que lo tengo todo mirado y no quiero que suban los precios. Gracias gordo”.

Otras apuestas que realizaron él y su entorno fue al número de córners del Cádiz en un partido en Primera División, que el Marbella (por entonces en Segunda RFEF), fallaría un penalti, y que dos jugadores del Real Betis, Ayoze e Isco, también serían sancionados.

Este grupo también tenía a otro amigo en la citada localidad sevillana, Eduardo S., que jugaba en el FC Ordino, en Andorra, volviendo a usar a César G. como enlace para realizar apuestas, con la siguiente propuesta:  “Te digo algo de mi partido de mñn le metéis fuerte él oreja y tú y me dais x la comisión o q”.

Futuro muy complicado para un Kike Sala que apuntaba a ser un líder y un jugador muy importante en la próxima plantilla del Sevilla, pero que ahora está a la espera de ver qué sucede con las investigaciones, exponiéndose a una condena que acabe con carrera deportiva demasiado pronto, con solo 23 años, y tras conseguir llegar al primer equipo.