El declive de Lucas Román: de jugar en Barcelona a conformarse en la Reserva de un club argentino | OneFootball

De ser promesa a nivel internacional a conformarse con un puesto en la Reserva de Atlético Tucumán. Así es la carrera de Lucas Román, aquel pibe que pegó el salto al Barcelona y donde fue blindado por ¡400 millones de euros!. Ahora, no puede adaptarse en su regreso a la Argentina: probó 6 meses en Independiente, lo descartaron y se fue a préstamo al Decano.

Con tan solo 16 años, firmó su primer contrato profesional, todavía perteneciendo a las divisiones inferiores. Fue recién en 2022 que debutó con el primer equipo, en un partido de la Primera Nacional. 27 partidos y 3 goles convertidos en su recorrido por el Verde, club en el que estuvo hasta 2023.

Ahí apareció Barcelona. Los ojos se posaron en él y la confianza en su prometedora carrera llegó temprano. Firmó hasta 2026, con una cláusula millonaria que enaltecía aún más su futuro esperanzador. Para su adaptación, el Barca lo dejó en el F. C. Barcelona Atlètic, la filial que compite en la Tercera Federación, donde disputó 28 encuentros y metió 2 tantos en un año y medio. Al momento de decidir, no se quedó y finalmente lo cedieron al Cartagena, de la Segunda División de España, para que pueda sumar minutos.

El horizonte en Europa no era el mejor y Román tuvo que bajar pretenciones. Fue así que pegó la vuelta a la Argentina para sumarse al Independiente de Julio Vaccari, que lo fichó por tres temporadas y por el 60% del pase. Arribó como promesa por la experiencia que había juntado en el exterior, pero una vez más no fue lo que se esperaba. Nunca logró hacer pie en Avellaneda y tampoco tuvo muchas oportunidades: jugó apenas 45 minutos repartidos contra Sportivo Belgrano por Copa Argentina y Riestra por el Apertura; en ninguno fue titular.

El Rojo fue sumando caras nuevas y el extremo izquierdo se resignó a esperar un nuevo club interesado para poder juntar minutos, una experiencia que ya vivenció en España. Finalmente, Atlético Tucumán le abrió las puertas en julio para disputar el Torneo Clausura, en el que hasta ahora no jugó. Tocó la pelota con esta camiseta tan solo 14 minutos, por los octavos de final de Copa Argentina, en la derrota 3-2 ante Newell’s.

A veces convocado y por azar, Lucas tiene y quiere patear la pelota. Por eso, por decisión propia y del club tucumano, baja a la Reserva en busca de un lugar que, hace pocos años atrás, parecía que iba a estar en las grandes ligas.