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·28 de noviembre de 2025

El Dépor tantea la vuelta de un talento perdido

Imagen del artículo:El Dépor tantea la vuelta de un talento perdido

El fútbol tiene formas extrañas de devolver oportunidades. Para Newcastle United, Antoñito Cordero era una promesa a largo plazo; para KVC Westerlo, un préstamo que nunca prendió; para el Dépor, una posible chispa que puede reavivar su ataque. En las últimas horas, el club gallego ha movido ficha: apunta al joven extremo andaluz como opción real para reforzar su plantilla en el mercado invernal.

Porque a veces no hace falta buscar un diamante en bruto, sino rescatar uno que se ha apagado. Cordero, con gol, desequilibrio y juventud, podría volver a España para intentar brillar donde le necesitan. Y para el Deportivo, que aspira al ascenso, esa idea suena tan lógica como necesaria.


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¿Quién es Cordero y por qué el interés del Dépor tiene sentido?

Antoñito tiene 19 años, creció en las categorías del Málaga CF, y en junio de 2025 firmó por Newcastle United tras finalizar su contrato.El club inglés, consciente de su potencial, lo cedió al Westerlo belga con la intención de que siguiera formándose.

Con el Málaga ya había demostrado su instinto ofensivo: su gol en el playoff de ascenso al volver a Segunda División quedó grabado en la memoria de muchos. En la 2024-25 dejó momentos de calidad en LaLiga Hypermotion, ganándose el interés de varios clubes.

Su temporada en Bélgica: demasiadas sombras

La cesión no ha evolucionado como se esperaba. Según la información más reciente, en el Westerlo apenas ha disputado siete partidos, acumulando apenas 96 minutos en total. Es decir: ni continuidad, ni confianza, ni oportunidades reales de reivindicarse. Un escenario poco propicio para un talento con ansias de crecer.

Esa inactividad le resta ritmo, confianza y visibilidad. Pero también lo convierte en una oportunidad para clubes que busquen recuperar talento joven con hambre. Y ahí aparece un Deportivo ávido de chispa ofensiva.

Qué ganaría el Deportivo con su llegada y qué arriesga

Para el Deportivo sería más que un fichaje: un volantazo ofensivo con pinta de urgencia. Cordero aporta desequilibrio en banda, velocidad, regate y gol —ya lo demostró recientemente en Segunda—, justo lo que a veces le falta al equipo para romper defensas cerradas.

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Además, su juventud y perfil encajan con una plantilla con mirada a futuro; no sería un parche, sino una apuesta. Recuperar a un jugador formado en España que, por circunstancias, no tiene protagonismo en el extranjero, puede ser un acierto de riesgo moderado.

Pero no todo es ideal. Partimos de que tendría que romper su cesión con el Westerlo, y necesitar la aprobación del Newcastle. Y en lo deportivo, hay una incógnita: ¿será capaz de volver a sentirse importante y rendir después del apagón belga?

Si lo logra, puede inyectar frescura. Si no… su llegada podría quedar en mera expectativa.

Timing, contexto y la ambición de un proyecto

El Deportivo no busca excusas: sueña con volver a Primera División. Y el mercado invernal ofrece una ventana para reforzar sin comprometer estabilidad. Traer a Cordero significaría sumar talento joven con hambre, pero también asumir un reto: reconstruir su confianza, dotarle de minutos, integrarle en un proyecto con urgencia de resultados.

En ese contexto, su posible cesión es lógica. No es un fichaje de relumbrón, pero sí un guiño ambicioso a la grada, a la inercia ofensiva y a la ilusión de ascenso. Es una señal clara: este Deportivo no se conforma con sobrevivir, quiere competir con armas frescas.

Devolver una llama dormida

Antoñito Cordero ya fue una promesa brillante en Segunda. Luego aterrizó en Bélgica en busca de minutos… y encontró el silencio de la banca. Pero el fútbol —y la vida— a veces da segundas oportunidades.

Si el Deportivo convence a Newcastle y Westerlo, y si el propio jugador apuesta por regresar a España, podría nacer una historia de resurgimiento. Una historia que necesita gol, velocidad y valentía. Lo contrario sería perder una carta interesante en un momento donde cada punto, cada victoria, cuenta.

Porque en Segunda División los sueños no se backup–ean: se juegan. Y Cordero podría volver para encender uno nuevo en A Coruña.

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