Fondo Segunda
·29 de diciembre de 2025
El Deportivo cierra el fichaje de un portero de Primera

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·29 de diciembre de 2025

Hay mercados que se anuncian con focos y regates. Y otros que se ganan en silencio, con decisiones que pesan más de lo que brillan. El RC Deportivo de la Coruña ha elegido este segundo camino. Cuando muchos esperaban un fichaje creativo, un golpe de talento para la medular, el Dépor ha decidido empezar por el lugar más íntimo del equipo: la portería. Porque no hay proyecto sólido sin un guardián fiable. Y porque, en Segunda División, la frontera entre subir y quedarse a medio camino suele medir apenas un par de paradas decisivas.
Ese guardián tiene nombre y apellidos: Álvaro Fernández. Y la Segunda División no le es, ni mucho menos, indiferente.
A sus 27 años, el guardameta propiedad del Sevilla FC está a punto de convertirse en el primer refuerzo invernal del Deportivo. Según diversas informaciones, el futbolista se encuentra pasando reconocimiento médico con el Dépor y firmará contrato hasta junio de 2027, una muestra clara de confianza y apuesta a medio plazo.
Álvaro Fernández no llega como una promesa por pulir, sino como un portero ya hecho, con bagaje en la élite y un recorrido que incluye experiencias en Primera División y en contextos de máxima exigencia. Un perfil que no suele abundar en LaLiga Hypermotion a mitad de temporada.
El Deportivo de la Coruña no ficha un nombre. Ficha seguridad, experiencia y garantía.
La decisión tiene lógica deportiva. En una categoría tan larga y áspera como la Segunda, donde cada punto se pelea como si fuera el último, el rendimiento del portero marca la diferencia. No solo por las paradas, sino por lo que transmite: calma, orden, jerarquía.
Álvaro Fernández es un guardameta sobrio, de buena colocación, fiable en el juego aéreo y con capacidad para sostener al equipo en momentos de sufrimiento. No necesita diez intervenciones espectaculares por partido; le basta con aparecer cuando el error se paga caro.
Para un Deportivo de la Coruña que aspira a mirar hacia arriba, contar con un portero de perfil claramente superior a la media de la categoría es una ventaja competitiva evidente.
La duración del contrato no es un detalle menor. Firmar hasta 2027 implica que el club no piensa este movimiento solo como un parche invernal. Álvaro Fernández llega para ser una pieza estructural del proyecto, independientemente de lo que ocurra en mayo o junio.

Es también un mensaje hacia dentro: el Deportivo cree en lo que está construyendo. Y hacia fuera: el club coruñés vuelve a ser un destino atractivo para futbolistas con cartel de Primera División que buscan algo más que minutos. Buscan retos. Buscan ascensos.
La historia reciente de LaLiga Hypermotion lo confirma una y otra vez: los equipos que ascienden suelen tener porteros determinantes. No siempre los más mediáticos, pero sí los más fiables. Aquellos que convierten un empate en victoria y una derrota en punto.
Álvaro Fernández encaja en ese molde. No viene a prometer milagros, sino a ofrecer regularidad. Y en Segunda, la regularidad es el bien más preciado.
Este fichaje no cierra el mercado del Deportivo, pero sí marca el tono. El club ha decidido empezar por blindarse. Por asegurar el atrás antes de embellecer el delante. Una elección madura, coherente y profundamente competitiva.
Porque en Riazor saben que los ascensos no siempre se anuncian con goles imposibles. A veces empiezan con un portero que detiene lo que parece imparable. Y el Deportivo acaba de encontrar al suyo.









































