El desafío de Xabi Alonso con Mbappé | OneFootball

A pesar de toda la admiración que rodea los primeros meses de Xabi Alonso al frente del Real Madrid, una cosa ha quedado cada vez más clara: el técnico no tiene miedo de tomar decisiones audaces. Su disposición a dejar a Vinicius Jr. en el banquillo varias veces esta temporada demuestra que ningún jugador, al menos en teoría, es intocable. Sin embargo, cuando se trata de Kylian Mbappé, el panorama cambia drásticamente. 

El francés parece disfrutar de un nivel de continuidad que ningún otro jugador de campo logra igualar.

Al analizar las cifras, el patrón se vuelve aún más evidente. Mbappé ha sido un fijo en el once inicial, casi hasta el agotamiento. 

Por ello, suelen surgir dos explicaciones. En primer lugar, es el jugador con mayor peligro de gol del Madrid, y Alonso claramente lo considera la pieza clave del proyecto. 

Pero los dos últimos partidos han supuesto un preocupante baño de realidad. Contra el Liverpool y el Rayo Vallecano, Mbappé no realizó ni un solo disparo a puerta. 

Mbappé, siempre en la cima

A pesar de esta evidente disminución en su precisión, Alonso parece reacio a darle un respiro. 

Mbappé ha sido titular en los 16 partidos de esta temporada y ha completado 10 de ellos. De hecho, no ha sido sustituido antes del minuto 80 ni una sola vez. 

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Solo Thibaut Courtois, con su racha perfecta de 1.440 minutos, ha jugado más. 

El total de 1.398 minutos de Mbappé lo sitúa más de 50 minutos por delante del siguiente jugador de campo más activo, Álvaro Carreras. 

Antes de esta reciente sequía goleadora, Mbappé había sido extraordinariamente constante, marcando en 12 de sus primeros 14 partidos. 

Pero el esfuerzo físico y mental le ha pasado factura. Además del cansancio, sufre molestias en el tobillo que limitan visiblemente su explosividad. 

Aun así, el único momento en que descansa es con Francia, donde solo ha participado en dos de sus últimos cuatro partidos.

Si Mbappé sigue esforzándose al máximo cada minuto, el riesgo de una mala racha aún mayor, o de algo más grave, no hará más que aumentar y, por primera vez, esa fuerza imparable comenzará a parecer humana.