moiceleste.com
·1 de agosto de 2025
El día que cambió la historia del Celta

In partnership with
Yahoo sportsmoiceleste.com
·1 de agosto de 2025
Foto: Aitor Alcalde / Getty Images
El1 de agosto de 1987 cayó en sábado. No recuerdo con exactitud cómo fue aquel día, pero puedo imaginarlo: un sábado de agosto, tórrido, de vacaciones, con las playas a rebosar. También las de Moaña, donde justo entonces llegaba al mundo un niño. Muchos de los que hoy leéis esto ni siquiera habíais nacido. Otros, probablemente, aún recorríais los primeros pasos de vuestra infancia.
Nadie —ni los nacidos ni los que aún no lo estaban— podía imaginar que ese día cambiaría para siempre la historia del Real Club Celta de Vigo. Porque ese sábado de verano nació el más pequeño de la familia Aspas Juncal, y con él, una nueva esperanza celeste.
Aquel niño fue creciendo, y como sus hermanos, pronto mostró talento para el fútbol. Pero lo suyo no era solo habilidad: era pasión. Y no una cualquiera, sino una pasión irracional por el Celta, tan fuerte que lo llevó a mentir sobre su edad para poder entrar en las categorías inferiores del club.
Con los años, su carácter le jugó alguna mala pasada, incluso lo apartó durante un tiempo del equipo de su alma. Pero cuando supo canalizar esa energía, se convirtió en el mejor jugador de la historia del club.
Enumerar sus logros es casi imposible. Cada uno lleva una historia detrás. Como aquel día de junio de 2009, en su debut en Balaídos, cuando marcó el gol que salvó al equipo de un descenso a Segunda B que habría podido significar su desaparición, en pleno proceso concursal y con el futuro más que incierto. Solo con ese gesto ya se había ganado un lugar eterno en la historia del Celta.
Pero Iago Aspas no se conforma con lo mínimo. Nos hizo soñar en la Copa del Rey desde Segunda. Nos llevó de vuelta a Primera División. Nos salvó. Dejó 10 millones de euros en la caja que ayudaron a cerrar la deuda del club. Y volvió dos años después por la mitad, para devolvernos a Europa y hacernos soñar con asaltar Old Trafford.
Prometió que el Celta volvería a Europa. Y lo cumplió. Pero antes, tuvo que salvar al equipo del descenso una y otra vez. Se retirará —ojalá dentro de mucho tiempo— como el máximo goleador y el jugador que más veces ha vestido la camiseta celeste. Y nadie celebra un gol como lo hace él.
Es imposible resumir en unas líneas lo que representa Iago Aspas. Y lo importante que fue aquel 1 de agosto de 1987. Hoy se cumplen 38 años de ese día. Y no solo toca felicitar a Iago Aspas por su cumpleaños, sino también a todos los que hemos tenido la inmensa suerte de verlo defender, amar y honrar esta camiseta.