Revista MadridistaReal
·13 de abril de 2025
El día que se abrió la caja de Pandora en el Real Madrid

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·13 de abril de 2025
La temporada del Real Madrid sigue cargada de baches. De tropezones. Por ello… el número de derrotas ya asciende a 11. Todo un lunar que tiene al madridismo con la mosca detrás de la oreja. Y es que, el engranaje no termina fluir, y eso que la temporada lleva varias semanas en el tramo mollar: en un momento en el que los despistes se pagan caro y la pugna encarnizada por los títulos empieza a dilucidarse en el horizonte. Justo ahora, el cuadro blanco se reencuentra con el Deportivo Alavés (domingo, 16.15 horas, Movistar LaLiga), equipo que en la primera vuelta destapó alguno de los debes de los de Ancelotti.
Aunque el Madrid sacara la victoria aquel día en el Santiago Bernabéu (hay que remontarse hasta el pasado 24 de septiembre), el traspié se pudo olisquear en el ambiente. Se rozó la tragedia. En el 85′ de partido, el resultado reflejaba un 3-0 favorable para el conjunto de casa. Sin embargo, en tan solo dos minutos, el Alavés facturó dos dianas por medio de Benavídez y Kike García. Una situación que provocó que se viviera un final de envite de pura taquicardia. Por si fuera poco, Guevara tuvo en sus pies el 3-3 en las postrimerías.
Esa zozobra de los merengues, curiosamente, vino acompañada de una modificación durante el último cuarto de hora. Carletto introdujo al tapete a Vallejo y, a partir de ahí, las fuerzas languidecieron en la entidad madrileña. En cualquier caso, la entrada del jugador maño al terreno de juego se unió a una abulia general. La desidia afloró en el cuerpo. La defensa hizo aguas y el resto de las líneas de campo cayeron anestesiadas.
Antes del caminar por el precipicio, Lucas Vázquez logró abrir brecha en el marcador tras ver puerta en los primeros latidos. Más tarde, en un encuentro tiranizado por el club blanco, Kylian Mbappé y Rodrygo metieron tierra de por medio. Así que con esa distancia en el luminoso, nadie vaticinaba un ademán de remontada por lado foráneo. Pero, al final, sí se dio.
La caja de Pandora se abrió por vez primera en el presente curso y el Madrid, que pecó de endeblez defensiva y pasividad, estuvo a punto de caer. Desde aquella noche a orillas de La Castellana, esos mismos síntomas de apatía continúan en la plantilla de Carlo Ancelotti.