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Diario La Escuadra

·4 de junio de 2025

El dilema entre los ascendidos de la Premier League

Imagen del artículo:El dilema entre los ascendidos de la Premier League

La Premier League es considerada por muchos como la liga más imprevisible del mundo. Sin embargo, en las últimas temporadas se observa una diferencia cada vez mayor entre la Premier y la segunda división lo que genera una inestabilidad en los banquillos de los ascendidos a la categoría de oro

Daniel Farkle, dudas aun con una gran temporada

Cuando se confirmó que el Leeds United ascendía a Premier League con Daniel Farkle como entrenador, las primeras noticias relacionadas con el club eran que el técnico alemán probablemente iba a ser destituido. Esto, como es obvio, confundió a muchos, ¿cómo iba a echar el Leeds a la persona que los había llevado a la Premier League? Y no solo de cualquier forma, sino que el equipo ha acabado con 100 puntos en la competición liguera.


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Pero ya se hablaba de que la dirección deportiva no confiaba del todo en Farkle en primera división, ya que sus experiencias en el Norwich City no le constataron en la élite británica. Tras varias semanas en donde salieron nombres tan disparatados como el de José Mourinho, Paraag Marathe, una de las personas más influyentes dentro de la disciplina del Leeds, anunció que Farkle seguiría en Premier.

<>, dijo el chairman del Leeds ante medios de comunicación locales. Y aunque continuar con Farkle es un signo de respeto, desgraciadamente conocemos ya la historia, y también Marathe.

«No me hago ilusiones de que vaya a ser fácil. Conozco todas las estadísticas. Los tres clubes que ascendieron la temporada pasada volvieron a descender. Hace dos años, tres clubes ascendidos volvieron a descender, pero nosotros tenemos algo que ellos no tienen», también reconoció Marathe en esa misma entrevista.

Y es que, si, por ejemplo, nos guiamos de lo ocurrido el año pasado, cuando el Southampton certificó el ascenso a Premier League, renovó a Russell Martin casi inmediatamente. El club confiaba en su idea, en su criterio y fue una muestra de apreciación al entrenador. En diciembre, el técnico escocés sería despedido con solo una victoria de lo que iba de liga.

Aunque es cierto que el proyecto del Leeds parece más potente que el de otros ascendidos. Desde hace ya unas temporadas, tienen de patrocinador a Red Bull, y pese a que la influencia no es como la del Leipzig, es un activo económico muy relevante para «The Whites». Además, la plantilla, con muchas carencias, atesora varios futbolistas cuyo nivel era muy superior al de Championship, como Junio Firpo, Daniel James, Wilfried Gnonto o Ao Tanaka.

Scott Parker, here we go again

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El futuro de Farkle en el Leeds es incierto, tal vez no en verano, pero si al comienzo de la temporada, pero con un buen nivel de sus estrellas y varias garantías en el mercado, podrían competir para mantener la categoría. Con quien más dudas hay es con el Burnley de Scott Parker.

Después de la etapa de Sean Dyche, el Burnley se modernizó con un estilo de juego muy propositivo, la llegada de jóvenes promesas a las que revalorizar y con Vincent Kompany como entrenador. El año en Championship con el belga fue fantástico con una idea muy clara y distinta a la de otros muchos ascendidos. Pero la plantilla fue muy penalizada en Premier, y el juego ofensivo que funcionaba tan bien en segunda, se convirtió en su perdición en primera.

La directiva del Burnley no sustituyó en ningún momento a Kompany, creyendo que, en el largo plazo, saldrían muy beneficiados. Lo que seguramente no esperaban es que, tras descender con 24 puntos y 78 goles en contra, el entrenador abandonaría a un descendido de Inglaterra para irse a entrenar al Bayern Múnich. Y el Burnley, debía de comenzar desde cero.

Scott Parker, se ha forjado un nombre de forma parecida a Farkle. Muy bueno para Championship pero que no traslada a Premier. El ex del Tottenham o West Ham, logró ascender al Fulham y más tarde, al Bournemouth, pero en la categoría de oro siempre se quedó corto. Eso sumado a que, en ambos equipos, sus sustitutos realizaron un gran trabajo con la plantilla.

Tras descender con Parker en la 2021-22, el Fulham contrató a un Marco Silva, que no solo ascendió inmediatamente al equipo, sino que todavía hoy en día, ha dado una estabilidad que no tenían desde hacía más de una década. Por otra parte, el Bournemouth escogió a Gary O’Neill después de que Scott Parker dejará caer que el equipo no estaba preparado para la Premier League. Con O’Neill el club se mantendría en primera división sin muchos problemas.

Ahora, Parker tiene la oportunidad de demostrar que si es un entrenador de Premier League. Sin embargo, el Burnley se ha convertido en un club ascensor que sigue teniendo a muchos jugadores del descenso pasado. La histórica cifra de 16 goles en contra que ha encajado James Trafford es un gran argumento para el equipo la temporada que viene, pero es probable que Trafford abandone el Burnley, además de que varios defensas de la plantilla tuvieron dificultades la campaña pasada.

Por lo que, con el historial de Parker y la urgencia de un Burnley que ha perdido su lugar fijo en la élite, da forma al argumento de porque hay que mantener a un entrenador que es posible que sea cesado en octubre o noviembre. Existe muy poca paciencia con los técnicos y más cuando te juegas una categoría.

Régis Le Bris, el héroe de una ciudad

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Otra de las comparaciones entre ascensos pasados con los de este año, es que siempre ha subido un equipo de forma sorprendente. El Luton y el Ipswich eran dos clubes históricos que a principio de temporada nadie pensaba que lograrían ganar en Wembley, pero lo hicieron. La Premier se les quedó grande a ambos, pero fueron, no solo los que más compitieron, sino los que más fieles fueron a los técnicos que los llevaron hasta allí.

La sorpresa de esta temporada ha sido el Sunderland de Le Bris. Tras años de travesía que tan bien documentadas están en Sunderland ‘Till I Die, el club norteño logró volver a Championship con un proyecto muy interesante. En la 2022-23 entraron en los Playoffs de ascenso, pero el año siguiente fue más negativo para el equipo, con una decimosexta posición que ralentizaba el momentum de la plantilla.

Es por eso, que es admirable lo que ha realizado Régis Le Bris esta temporada. El Sunderland es un conjunto muy joven y con mucho potencial, y si el año en Premier no es positivo, desde la directiva saben que es el camino para seguir. Todavía falta por ver que ocurre con Jobe Bellingham, una de las grandes piezas del equipo, que estaría cerca de marcharse al Borussia Dortmund. Ahora bien, no es la única baza que tiene el Sunderland.

Dan Neil, Patrick Roberts o Trai Hume representan una nueva era que a largo plazo puede ser exitosa para el equipo. Sin embargo, también expone los problemas que existe, no solo en Reino Unido, sino en muchas ligas europeas.

Los clubes que se encuentran en la cuerda floja entre los puestos de descenso de primera división y los de ascenso de segunda, tienen que convivir con esa realidad. Configurar proyectos con los que ser un equipo ascensor y que, con un poco de suerte, poder estar dos o tres años en la categoría de oro.

El ascenso del Sunderland viene tal vez antes de lo esperado, y con una plantilla en la que muchos no conocen lo que es jugar Premier League, seguramente resultará un obstáculo que Le Bris debe solucionar. A diferencia de Farkle y Parker, Le Bris debutará en Premier, y las expectativas, al menos de los aficionados y dirección, no serán tan exigentes para él. Hay que aclarar que Le Bris no es un novato y tiene experiencia en luchar por no descender a segunda división. Después de haber estado en la cantera del Lorient formándose como entrenador, llegó al primer equipo con el que estuvo dos años en Ligue 1.

¿Podrá alguno salvar la categoría?

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La última vez que un ascendido salvó la categoría fue en la temporada 2022-23 con el Fulham y el Nottingham Forest, quienes aprovecharon la desastrosa campaña del Leicester y del Leeds. Sin embargo, desde entonces, nadie ha conseguido ni siquiera competir con algún equipo que se descuelga. Este año se ha visto a un Tottenham y un Manchester United que han conseguido poco más de 40 puntos cada uno, y que en ningún momento peligró su puesto en Premier, abandonando la competición liguera desde marzo.

La diferencia de presupuestos entre Premier y Championship ha creado una barrera que va más allá de los fichajes. Cada verano se viraliza el dinero gastado en refuerzos de los clubes ascendidos en Inglaterra, pero aun así son plantillas insuficientes para competir en primera división. El mercado se encuentra tan inflado que nos hace creer que, por gastarte mucho del capital en jugadores, significará que es más fácil llegar a los objetivos.

Pero lo que hace es que haya una compraventa de futbolistas excesiva que no deja a los cuerpos técnicos trabajar de forma correcta. Si, por ejemplo, el Leeds o el Burnley realizan una ventana de traspasos muy cara y con mucho movimiento, la mayoría de los jugadores realmente no darán un salto de calidad a la plantilla y los entrenadores estarán bajo presión por el dinero invertido en ellos. Las cosas comienzan mal y con la temporada empezada son la cabeza de turco que sacrifica la directiva para que haya algún signo de mejora.

Es un círculo vicioso en donde a la hora de verdad se demuestra que no se confiaba tanto en el entrenador, y que los proyectos son importantes hasta que se encuentra en peligro la economía de toda la entidad.

Comparado con España, en donde hay evidentes carencias económicas, las direcciones deportivas creen más firmemente en los proyectos (en algunos casos por supuesto) porque las cantidades de dinero invertidos no son tan exageradas. Cuando no hay recursos, aparece la necesidad de confiar en un entrenador, como se puede ver en casos como Imanol Alguacil en la Real Sociedad, Borja Jiménez en el Leganés, Claudio Giráldez en el Celta de Vigo o Jagoba Arrasate en Osasuna.

Hay que confiar en los procesos, y tal vez ni siquiera así se logran los objetivos. No obstante, resulta alarmante que ni siquiera haya empezado la pretemporada, y ya se debata de forma pública la continuidad de dos técnicos que han logrado el propósito por el que fueron elegidos en primer lugar. Esperemos no ver comunicados tempraneros confirmando la destitución de un entrenador por no ser capaz de controlar clubes en donde, sí, hay mucho capital, pero también unas expectativas demasiado altas.

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