El final de Gabi, una realidad inevitable en Zaragoza | OneFootball

El Real Zaragoza de esta 25-26, liderado por Gabi, está yendo un paso más allá. Lo hace en términos negativos, empeorando lo que había sido en los últimos años. Al menos, en los precedentes, el inicio de temporada fue positivo. Esperanzador. Y, además, estaba La Romareda como respaldo. Era, sin duda, el colchón que lo amortiguaba todo. El derribo del estadio, la transición al Ibercaja Estadio y un inicio de campaña nefasto en términos futbolísticos. El club le entregó la llave a Gabi. Tras 9 jornadas, 6 puntos y colista. Poco que añadir.

O quizá sí que haya muchísimo que agregar a ese resumen tan ligero basado en partidos y puntos. Y es que este Real Zaragoza, como explicaba Pablo Vallejo en Camino al Cielo, está siendo insípido. Difícil escoger palabra que defina mejor el juego y las sensaciones transmitidas por los blanquillos. En Almería, especialmente en la primera mitad, volvieron a mostrar justamente esa cara. La de un equipo plano, sin alma, sin estilo y sin ambición. Cualquier cosa que podamos decir de esos primeros 45 minutos invitará al pesimismo maño.

El final de Gabi en el Zaragoza parece inevitable

Porque el Real Zaragoza de la primera mitad en Almería no tuvo balón, no tuvo amenaza, no tuvo firmeza. En definitiva, los de Gabi fueron un equipo desalmado sobre el verde del UD Almería Stadium. Y sobrevivieron únicamente por la falta de puntería de su rival, que amenazó con 11 tiros, 6 de ellos a puerta. Andrada se erigió, por momentos, en salvador del conjunto maño, camuflando todas esas señales de alerta enumeradas anteriormente.

No fue hasta que el Almería se adelantó con un 2-0 nada más volver de vestuarios cuando el Zaragoza reaccionó. Entonces sí, el equipo fue otro. Presionó arriba, amenazó con robo en campo contrario y con unas bandas amenazantes. Acumuló llegadas, aumentó sus cifras ofensivas y, entonces sí, compitió de tú a tú a un Almería quizá relajado. Con todo, terminó claudicando 4-2 y Gabi nuevamente señalado. Su final parece inminente porque los números y las sensaciones apenas le ofrecen margen objetivo.

La opción Sergio González o la vía de la casa

Durante toda la semana se venía barruntando la sensación de ultimátum para Gabi en Almería. En realidad, es algo que se viene comentando desde hace varias semanas. Eso sí, hay que contar con una alternativa en caso de prescindir de los servicios de un técnico que además es historia del club como jugador. Ahora mismo, son pocas las opciones que se plantean sobre la mesa en los medios aragoneses.

Una primera opción, la interina. Es por la que apuesta Heraldo, que ya confirma que el club ha decidido destituir a Gabi y que su lugar lo ocupe, al menos ante la Cultural Leonesa, Emilio Larraz. Se trata del técnico del filial y cogería los mandos del primero equipo de manera inmediata. El Periódico de Aragón, por su parte, anunciaba en sus redes que el club habría contactado con Sergio González, pero que éste no tiene demasiado claro aceptar la propuesta del club zaragocista.

El diagnóstico de Gabi sobre un Zaragoza irregular

En sala de prensa, tras la derrota en Almería, Gabi lamentaba algo revelador. ¿Por qué el Zaragoza no es atrevido hasta que está por detrás en el marcador? ¿Por qué no salió a jugar de igual forma que terminó? Gabi lo dejó claro. La idea de juego de inicio para el partido, aclaraba el técnico, era precisamente la que se vio después, una más agresiva, de presión alta. Una idea que no se plasmó por el verde y que dejaba muy contrariado a Gabi.

Él mismo se responsabilizaba y, ante las preguntas sobre una posible destitución, aceptaba que entendería que se produjera. A su vez, el entrenador se sentía capaz de levantar la situación, empezando por el encuentro ante la Cultural Leonesa. Todo hace indicar que no será así. Al menos, no con Gabi Fernández en el banquillo del Real Zaragoza.