El Nueve y Medio
·6 de agosto de 2020
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·6 de agosto de 2020
Chibai! I dam em? Este es el saludo en el idioma mizo, perteneciente a la familia sino-tibetana. Espero que estés muy bien. La semana pasada vimos una semblanza de Khalida Popal y cómo transformó el futbol femenil en Afganistán. Ahora nos toca ir a donde Geobalón comenzó, a India, pero a una región que tal vez no conozcas.
Como verás a continuación, el estado de Mizorán es una extensión del sureste de Asia en India. La música del pueblo mizo consiste en voces, gongs, tambores y otros instrumentos de percusión. Eso no quiere decir que tampoco se animen a la música pop. Aquí entra Rachel Lalnunkimi, una de tantas jóvenes que dominan la escena musical. Escucha la canción Mai a lum e.
Vamos al tema de esta semana.
Al ser el séptimo país en extensión territorial y el segundo de acuerdo con su población, India es un país donde conviven razas y religiones de toda índole. No por nada se conoce como el Subcontinente Indio, con una diversidad que se puede ver en todo el continente europeo o hasta africano. Desde las alturas con la cordillera del Himalaya hasta las inaccesibles Islas Sentinela, desde los desiertos áridos en el Rajastán hasta las junglas de Tamil Nadu, desde la bulliciosa industria de Bollywood hasta la apacible práctica del budismo en Arunchal Pradesh… hay tantas Indias que ni los mismos indios las conocen a cabalidad.
En los idiomas sucede algo similar. India tiene la segunda mayor cantidad de lenguas habladas en el mundo, con 780, superado solamente por Papúa-Nueva Guinea con 839. Sin embargo, la Constitución de India les otorga a 22 idiomas el carácter oficial, además de otros seis idiomas con el estatus de clásicas. India se divide típicamente en idiomas indo-arios al norte (hindi, marathi, punjabí, odia y kashmirí, entre otros) y dravídicos al sur (kannada, tamil, malayalam y telugu). De India procede el sánscrito, inmortalizado en libros como la Bhagavad-Gita (भगवद्गीता), el Kama-sutra (काम-सूत्र) y el Ramayana (रामायणम्). No es raro que un indio hable fluidamente más de cinco idiomas: el idioma de su familia, el de su ciudad, el de su estado, hindi e inglés, además de otros idiomas extranjeros que quieran aprender. Hablando del inglés, funciona como lingua franca entre diversas etnias.
En la división política de India también sucede algo similar: India está dividido en 28 estados y ocho territorios de la unión. Todas estas 36 subdivisiones se pueden también agrupar en seis regiones: centro, norte, sur, este, oeste y noreste. Nuestro destino precisamente es esta última región. Es el estado con la segunda población más pequeña y con un idioma que aún no es reconocido como oficial en toda India. No pertenecen ni a la familia indoeuropea, ni a la dravídica, sino que es sinotibetana. Y lo mejor de todo, aquí se respira el futbol. Nos vamos a Mizorán.
Con fronteras con Bangladesh y Myanmar, Mizorán es un estado lleno de montañas y colinas, sin salida al mar. También tiene fronteras con los estados de Assam, Tripura y Manipur. Tiene una extensión territorial de un poco más de 21 mil kilómetros cuadrados y una población de un millón de habitantes. Su capital es la ciudad de Aizawl, rodeada de montes y nubes. Para ser capital, Aizawl tiene tranquilidad. A Mizorán no llegan muchos turistas. Y aún así, cada vez más páginas lo promocionan como un destino turístico infravalorado. Destinos como los lagos Tamdil, la reserva de tigres Dempal, el paraje de Champhai y el pueblo de Serchip, atraen a los amantes de la tranquilidad y el contacto con la naturaleza.
La etnia mayoritaria es el pueblo mizo, desperdigado entre India, el noreste de Bangladesh y una porción de Myanmar. Su idioma es de los pocos que se escribe con alfabeto latino. Aún no está claro cuándo llegaron a Mizorán (etimológicamente “ram” en mizo quiere decir “país, tierra”, mientra que “mi” es montaña, y “zo”, gente). Igual y cruzaron el río Tiau, frontera con Myanmar, por ahí del año 1700. Y desde ahí nada los sacó. Se quedaron con sus costumbres tribales.
Llegaron los ingleses, hicieron sus invasiones de costumbre. Las colinas del norte y del sur se unieron para juntar el distrito de Lushai Hills y pusieron como capital al pueblo de Aizawl. Así se incorporó a la India Británica en 1895. Lushai Hills casi no protestaba: el pueblo mizo tenía jefes que velaban por cada población. Con los ingleses llegaron misioneros cristianos, y Lushai Hills abrazó la religión de Jesús. En 1935 recibieron el estatus de Área Excluida. Luego, llegó la independencia de India en 1945, y de pronto su futuro estuvo lleno de incertidumbre. Siete años después, el consejo abolió la organización indígena.
En 1959 llegó la protesta de Aijal. Cada 48-50 años florece una especie de bambú y suelta semillas, que llama a una invasión de ratas negras que devoran todo a su paso. Este fenómeno se llama mautam. Pues justo ese año ocurrió el mautam que acabó con la vida de más de 100 personas. Y el estado de Assam y el gobierno de India no hicieron nada… estaban más ocupados viendo que no hubiera guerra con Pakistán. Así se formó el Frente Nacional Mizo a cargo del carismático Laidenga. El pueblo mizo tenía derecho a la independencia, y la declararon en 1966. ¡No tan rápido! El gobierno de India no lo permitió. Indira Gandhi (इन्दिरा गान्धी) no se tentó el corazón y bombardeó todo Aijal por cinco horas para que no se descarriara. Es la única vez que India ha bombardeado su propio territorio.
Lo único que quería el pueblo mizo era que dejaran de ser arrimados. Por ello, empezó el estira y afloja entre el Frente Nacional Mizo y el gobierno. Primero, Aijal cambió su nombre a y Mizorán se convirtió en un Territorio de la Unión en 1972 (como Jammu y Cachemira, Goa y Pundicherry). No era suficiente: queremos que se nos trate como igual. El estira y afloja parecía no tener fin, pero 14 años después llegó el Acuerdo de Paz. Y en 1987, Mizorán se convirtió en el estado 28, al mismo tiempo que Arunchal Pradesh.
Después de años de turbulencia política, realmente Mizorán es uno de los estados más pacíficos de toda India. Es el único donde el cristianismo es la religión mayoritaria (la principal confesión es la iglesia presbiteriana), es el segundo estado con mayor índice de alfabetismo, el 90% de su territorio está lleno de áreas verdes, el 55% de los matrimonios no se basa en el sistema de castas, aquí pegó fuerte la hallyu (한류) (u ola coreana) y suena mucho el K-pop… Hay un tipo llamado Ziona Chana que es el campeón de la poligamia: su familia tiene 39 esposas, 94 hijos y 34 nietos que viven en la misma casa. Todo esto se da en la actitud llamada Tlawmhgaihna, donde se vela por la protección a la riqueza y la compasión del prójimo: el pueblo mizo es tan amable y honesto que sus tiendas no tienen dependientes. Así es la confianza de la gente.
Cuando empecé este viaje en Geobalón, lo hice por India (aquí puedes ver este artículo). Ahí mencionaba que la cuna del futbol era Calcuta. La cuestión aquí es que Mizorán se lo adueñó por completo y el futbol aquí es más que un deporte. ¿Cómo está eso?
Era la Primera Guerra Mundial y el Reino Unido estaba metida como buena potencia militar. Llevó regimientos de todas sus colonias, y así 2.100 mizos partieron a las armas. Se dice que llegaron a París y vieron a personas pateando una pelota. El deporte se llamaba football y les encantó. Empezaron a jugarlo y se volvieron adictos. Al acabar la guerra, regresaron a sus colinas y les enseñaron a jugar a sus amigos y vecinos. Rápidamente aprendieron lo básico del deporte.
En 1926, ya había tantos fanáticos en el pueblo mizo que se les ocurrió organizar un torneo. Nombres como L.H. Liana, Chuauthuama, Hrawva y Killuaia fueron los autores intelectuales. Se acercaron con un empresario y filántropo llamado Pachhunga para que les donara un trofeo para el campeonato de futbol. Ese mismo año ya se disputó el Pacchunga Football Trophy. Se jugó cada año hasta que el mautam paró todo en 1959.
El futbol fue cuestión de orgullo para el pueblo mizo. Surgió la idea de jugar el Chhotelai Seth Football Shield en 1933. Los equipos venían de los Rifles de Assam, regimiento del noreste de India. Los guerreros consentidos eran los gurkha, legendarios por su fiereza en batallas mundiales como la de Crimea, Sudáfrica, China, Chipre y toda la I Guerra Mundial. Ellos decían que el pueblo mizo era demasiado cobarde para los desafíos. Esto no se quedó así: todo se resolverá en un partido de futbol. El equipo mizo apenas consiguió juntar unos 13 jugadores, mientras que los gurkha ya estaban bien organizados.
El campo llamado Lammual estaba lleno para ver a los valientes mizos que querían mostrar su bravía ante los soldados legendarios que los subestimaban. El campo era un lodazal y así se disputó. Aunque los Gurkhas trataban mejor el balón, el honor estaba en juego y los mizos sacaron ese coraje a prueba de mautams y con goles de Hmuia y Thangchhinga, ganaron 2-1, ante la algarabía del respetable. Dentro de los espectadores estaba el Inspector General de la Policía, que dijo: “Hasta hoy solamente se hablaba de la bravía de los gurkhas, pero los mizos acaban de demostrar que son más bravos”. No solamente ganaron el trofeo, este inspector le dijo al público que los Rifles de Assam reclutarían a cincuenta soldados mizos. Es decir, para los mizos, el futbol fue su ritual de iniciación.
Llegaba el momento de ponerse más serios y abrazar el profesionalismo. En 1945 nació la Asociación Deportiva de Aijal (ASA). Murió en 1952 por falta de una infraestructura adecuada y fondos, pero renació en 1954 gracias a la labor de personas como el Sr. Lalsangliana, H.K. Bawihchhuaka y Llahmingthanga entre otros. Esto fue una muestra de que el fervor por los deportes, en especial por el futbol, nunca se fue. Esta asociación popularizó todavía más el deporte, a pesar de todas las vicisitudes de la confusión política. Dentro de un equipo de 15 mizos que mandaron a un torneo en 1957 estaba Lal Thanhawla, uno de los Jefes Ministros que ha gobernado Mizorán.
Aunque ser futbolista no se consideraba profesión, había mucha pasión en cada partido que se organizara; por ejemplo, aún se recuerda la victoria del Dawrpui Sporting Club sobre el equipo del primer batallón de los Rifles de Assam en 1958, porque aumentó la moral y la confianza de los futbolistas mizos, que empezaban a ver que sí podían vencer a equipos fuera del distrito. Ganaron su primer torneo fuera en 1962, al ganar el R.K. Jain Memorial Challenge Shield Football Tournament en Karimganj.
Con el ingreso de Mizorán como Territorio de Unión en 1972, la ASA se transformó en la Asociación Deportiva de Mizorán para abarcar a todo el territorio. Un año después surgió la sección exclusiva para el futbol: la Federación de Futbol de Mizorán (MFA). Su primer presidente fue Lal Thahawla. Cuando Mizorán alcanzó el estatus de estado (valga la redundancia), la MFA se afilió a la All India Football Federation. Eso le permitió disputar campeonatos en toda India y fuera como el Trofeo Santosh. Esta competencia antes era el máximo torneo de India, pero ahora es una copa que se disputa entre estados de India y diferentes ministerios. En 1991 conquistó su primer torneo internacional, una Copa Oro en Timbú, Bután. (Por cierto, ¿te has preguntado cómo es el futbol en ese país? Descúbrelo aquí).
Por esas fechas, empezó a haber un empuje hacia el futbol de clubes. Era hora de tener un club privado. Surgió en 1983 el El-El Sports Club. Su presidente fundador era K. Liantlinga y su mamá se llamaba Lalnui. De ahí el nombre de doble L. Estaba compuesto por 20 estudiantes universitarios. Poco a poco se fueron adueñando del futbol en Mizorán y en estados circunvecinos. ¿Cómo lo lograron? Era un momento donde India tenía muy poca exposición al futbol internacional y mucho menos a la táctica. Entonces, Lialtinga tuvo la maravillosa idea de grabar partidos de mundiales, FA Cups y Champions League, con cassettes que tenía que importar de Myanmar. A continuación, se los ponía a los jugadores. Como tenían un buen nivel educativo, entendían los comentarios en inglés.
Mizorán tiene una muy buena administración para detectar el talento futbolístico. Además de pedir por reglamento que todos los equipos se registren, hay torneos sub-16, sub-19 y sub-21 entre los diferentes distritos; en 2012 se formó la Premier League de Mizorán. Ese mismo año, la FIFA empezó el primer proyecto de fuerzas básicas en India precisamente en Mizorán, con miras al mundial sub-17 del 2017. Los resultados se están notando: en la última edición de la I-League, hay 42 jugadores mizo que normalmente figuran en el 11 inicial.
Surgen cada vez más iniciativas para desarrollar a los jugadores más sobresalientes. Por ejemplo, en 2017 surgió la Young Legends’ League (YLL), la primera liga estructurada en India para niños entre 6 y 12 años, la cual cuenta con el apoyo de la AIFF. Son equipos de cinco jugadores que juegan 30 partidos en un lapso de seis a ocho meses. Los jugadores mizo están muy apegados a sus raíces. Entienden el juego y no juegan por el dinero, sino por qué tanto contribuyen a su comunidad por medio de oportunidades que le brinda el futbol.
El futbol en Aizawl y en Mizorán gira en torno al Lammual, que en mizo quiere decir “campo de desfiles”, y es que aquí el regimiento de los Rifles de Assam hacía sus desfiles y despliegues militares. Se construyó en 1892. Aquí dio un discurso Jawaharlal Nehru (जवाहरलाल नेहरू). Aquí estuvieron los inicios del Frente Nacional Mizo. Aquí se celebra el Chapchar Kut, uno de los festivales más importantes de Mizorán. Aquí hay conciertos, eventos multideportivos y misas multitudinarias.
Lammual es el epicentro futbolístico gracias a un soldado inglés del Cuerpo Médico del Ejército Británico, Herbert Vaughan. Fue asignado a Aizawl y como una manera de matar el tiempo, cada noche jugaba futbgol con los locales. Trajo tácticas y técnicas y contribuyó a que el futbol echara raíces en un momento donde faltaba organización. Se quedó en Aizawl jugando, llegó a ser uno de los mejores porteros del este de India. Estuvo tan ligado a Lammual que Vaughan pidió que se esparcieran sus cenizas sobre el campo en 2016. Para asegurar el futuro de Lammual, se instaló pasto sintético el 23 de septiembre de 2010.
Uno de esos equipos que nacieron en la década de 1980 fue el Aizawl FC. Tras estar tanto tiempo en los campeonatos de Mizorán, logró tener la certificación para competir en la segunda división de India. Así estuvo cuatro torneos. Inspirados por la sorpresiva victoria de Mizorán en el Santosh Trophy de 2014, Aizawl FC logró ganar la segunda división y ascender a la I-League al año siguiente. Por primera vez Mizorán tendría presencia en el máximo circuito del futbol indio.
Aizawl FC tenía mucha pasión, pero un prespuesto mucho más modesto que los equipos potencia como Mohun Bagan, East Bengal y Bengaluru (ಬೆಂಗಳೂರು). El salto de calidad fue considerable y terminaron la temporada en penúltimo lugar. El colista fue DSK Shivajians, que estaba exento de descender, así que técnicamente Aizawl FC se veía obligado a regresar a segunda división. Aquí fue salvado por una cuestión administrativa: los clubes de Goa, Dempo y Salgaocar, se retiraron de la I-League. El Aizawl FC tenía una oportunidad más de vida, y la aprovecharía como los grandes.
Primero que nada, aprovechó que Khalid Jamil (खालिद जामिल) abandonó al Mumbai FC (मुम्बई एफ.सी) después de seis años y lo fichó. El objetivo era terminar dentro de los cinco primeros. No llegó solo: trajo de su equipo a jugadores como Jayesh Rane, Ashutosh Mehta y Albino Gomes. Les dijo que tendrían que bajarse el sueldo, y aceptaron. Mientras tanto, también llegó un sirio de poca monta llamado Mahmoud Amnah (محمود آمنة), que terminó siendo impasable en la defensa.
Aunque el Aizawl FC se metió a la final de la Federation Cup el año anterior, nadie apostaba por este equipo de las colinas del noreste: no tenían fichajes de peso, caían auténticos aguaceros y encima no tenían que estar ahí en primera división. De pronto se hicieron fuertes en su estadio Ranjiv Gandhi: ganaron ocho y empataron uno. Esa temporada apenas marcaron 24 goles y cinco de sus victorias eran con marcadores de 1-0, ninguna de ellas con dos goles de diferencia.
Su temporada 2016-17 no fue sencilla, pero eso hizo que luciera su resiliencia y su mentalidad a prueba de balas para ir paso a paso subiendo posiciones en la tabla. Era la jornada 15 y ya estaban peleando el título contra todos los pronósticos.
Llegó la jornada 17. Estaban empatados en puntos con Mohun Bagan y jugaban en Mizorán. Lograron ganar 1-0. Ahora solamente quedaba un partido: si no perdían el derbi del noreste contra el Shillong Lajong, eran campeones. Sufrieron de más para empatar a un tanto. Se cubrieron de gloria con 37 puntos, 24 goles a favor, 14 en contra en 18 partidos. Así, el Aizawl FC se convertía en el primer equipo del noreste en ser campeón, precisamente un año después de la hazaña del Leicester City en la Premier League.
La base de aficionados en Mizorán es muy grande. No respeta ni edad, ni sexo ni condición social. Si le preguntas a alguien a qué equipo le van, te tienen la respuesta de inmediato y por lo general muchos ya tienen un equipo europeo. Tienen ganas de ver al club de sus amores en la cancha europea donde juegan, pero no hay mucho dinero. Mizorán aún sigue siendo bastante desconocido hasta para el indio promedio y no llegan las industrias ni las multinacionales, conformándose con trabajar en el sector gubernamental. Por lo menos se contentan con estar muy activos en redes sociales como WhatsApp y Facebook. No faltan los analistas en las páginas de los equipos que vierten su frustración o su alegría.
La tlawmngaihna también juega su papel en el futbol en Mizorán. Los aficionados al futbol dejan en el campo las rivalidades entre Arsenal y Chelsea y entre Manchester United y Liverpool, por mencionar solamente unos ejemplos. En 2013, 376 aficionados de estos cuatro equipos se juntaron para donar sangre, cuando antes cada grupo hacía esa donación por separado.
Ahora con la llegada de la Premier League de Mizorán, esos aficionados tienen más pretexto para seguir de cerca el futbol mizo. Siempre hay buenas entradas en Lammual o en el Rajiv Gandhi, más cuando está el título en el juego. Y no se limitan solamente a los partidos de local. La comunidad mizo en ciudades como Delhi, Calcuta, Bombay y Margao jamás los deja solos, sumados a los mizos que reservan un hueco de su apacible agenda en Aizawl para seguir al equipo aún a cientos de kilómetros.
Precisamente el Aizawl FC trajo la escena ultra a India, pero de nuevo el tlawmngaihna sazona la atmósfera futbolística. Los aficionados no son tan feroces, como los ghoti de Mohun Bagan y los bangal de East Bengal; son aficionados que te contagian de alegría y reciben como auténticos invitados a los rivales, aún si son los rivales de la vecina Manipur como el NEROCA y el TRAU. No hay mala sangre, hay buena voluntad; te sientes justo en el corazón de una cultura de futbol que privilegia la camaradería y el altruismo.
Para ser el estado con la segunda población más pequeña de India, el futbol es más que un deporte profesional o de recreo. Durante décadas, ha sido la arena donde el pueblo mizo ha reafirmado su valor y sus capacidades de una comunidad que lucha por encajar en la cultura popular del país. Mizorán tiene un idioma que aún no es oficial en la Constitución de India, su pueblo es muy noble, están metidos entre Myanmar y Bangladesh y el cristianismo no encaja entre el hinduismo y el islam dominantes, por lo que es un pueblo radicalmente diferente a lo que vemos en la India estereotípica. El deporte es el único enlace entre los mizos y el resto de los indios.
Poco a poco, Mizorán se convierte en una potencia futbolística de India. Ya besaron la gloria en el Santosh Trophy, la Premier League local sigue siendo un caldo de cultivo del talento y lograron ser el mejor equipo de India en su segunda temporada en primera división. Regresando a este último triunfo, ha habido pláticas para que Bollywood haga una película con este cuento de hadas que inundó las planas de los diarios deportivos allá en 2017.
Los mizos tenían instituciones tribales llamadas “zawlbuk” que servían de dormitorios para que los adolescentes llegaran a la vida adulta. Aquí se les enseñaba todo lo que había que saber de la vida mucho antes de que llegaran los ingleses con su sistema educativo. En los zawlbuk aprendían en grupo y hacían todas sus actividades en grupo. Muchos años después, ese ADN que exuda a zawlbuk hace que los mizos sean muy celosos del juego donde el trabajo en equipo es uno de los aspectos más importantes.
Sin una plataforma con la que validen su identidad, su etnicidad y su cultura en la escala nacional durante mucho tiempo, los aficionados aprovechan el futbol para gritarle a los cuatro vientos quiénes son, sea en el Rajiv Gandhi o en el Lammual. Cuando un mizo canta “Aizawl FC” o la canción estatal “Ro min rel sak ang che” durante un partido, no apoyan solamente al Aizawl o a la selección de Mizorán; lo hacen para conectar con Mizorán, con los mizos y con su cultura. El futbol les ha dado una voz que suena con megáfono hasta Cachemira y Tamil Nadu.
Mizorán sigue siendo pasada por alto para el resto de India; los bombardeos que el ejército indio hizo para apaciguar los aires independistas en 1966 ni siquiera fueron conocidos más allá del noreste indio. Las penurias del pueblo mizo por liberarse de India no aparecían reportados más allá de unas breves líneas. El futbol no es solamente un deporte, una fuente de entretenimiento o una opción de carrera; es la plataforma mediante el cual le cuentan su historia al resto del mundo, una historia que ni siquiera se conoce más allá del siglo XVII.
El pueblo mizo terminó partido entre India, Bangladesh y Myanmar. Este último país estuvo en el ojo del huracán. La religión mayoritaria en Myanmar es el budismo, pero hay una minoría musulmana llamada rohingya, que no la ha pasado bien. Ahora buscan regresar a Bangladesh. ¿Cómo es el futbol en la etnia rohingya? Es lo que te traigo la siguiente semana.
Precisamente hablando del pueblo mizo, te traigo la canción que suena en medio de los partidos del Aizawl FC. Ro min relsak ang che. El compositor es el más grande poeta de los mizos, Rokunga. Lo que empezó siendo una alabanza dominical, es el clamor que le pide a Dios: “Sé nuestro consejero”. Este video fue una colaboración para apoyar a los médicos que siguen en la primera línea frontal contra la pandemia CoVID-19.
Mizorán es un estado en India que no es tan conocido. Se encuentra en el noreste de India, entre Bangladesh y Myanmar. La etnia mayoritaria es el pueblo mizo. En los años 60 declaró su independencia, pero fueron bombardeados. Hasta 1987 son incorporados como estado. Mizorán es conocido por su afición al futbol, que le ha permitido expresar su valor y sus capacidades ante el resto de India. La capital es Aizawl, y aquí juega el Aizawl FC, que fue campeón de la I-League sorpresivamente en la temporada 2016-17.
Nos vemos la siguiente semana. Dam takin!