El fútbol español estudia parar los partidos en señal de protesta por el Villarreal-Barça en Miami | OneFootball

La polémica por el partido que LaLiga pretende llevar a Miami el próximo 20 de diciembre, entre Villarreal y Barcelona, podría tener una respuesta directa desde los propios futbolistas. Según ha adelantado Hugo Ballester en la Cadena COPE, los capitanes de los veinte equipos de Primera División están en conversaciones para coordinar una protesta conjunta que consistiría en detener el inicio de los partidos de esta jornada durante 20 o 30 segundos.

La medida, que se está debatiendo internamente entre las plantillas, busca expresar el malestar generalizado por las formas en las que se ha gestionado la posible celebración del encuentro fuera de España. Si finalmente se alcanza un consenso entre los jugadores, el primer parón simbólico tendría lugar este viernes en el Oviedo-Espanyol, que abrirá la jornada en el Carlos Tartiere a las 21:00 horas.

Fuentes de varios clubes, como Getafe, Espanyol, Oviedo o Barcelona, han confirmado a la emisora su disposición a sumarse a la iniciativa. El gesto, aunque breve, pretende trasladar un mensaje de unidad y respeto hacia los futbolistas, que consideran que no se les ha tenido en cuenta en una decisión que afecta directamente al calendario y a las condiciones laborales de los equipos.

Por su parte, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha querido dejar claro que no se opone a que se juegue un partido en Estados Unidos, pero sí rechaza la falta de diálogo, transparencia y respeto institucional por parte de LaLiga en todo este proceso. Desde el sindicato reclaman que las decisiones de este tipo deben tomarse con la participación de los futbolistas y no de forma unilateral.

Mientras tanto, LaLiga, presidida por Javier Tebas, ha propuesto una reunión con la AFE para la próxima semana, con el objetivo de rebajar la tensión y analizar los detalles logísticos y contractuales del Villarreal-Barça en territorio estadounidense.

El proyecto, que busca consolidar la expansión internacional del campeonato, ha reabierto un debate que parecía cerrado desde 2019, cuando la primera tentativa de llevar un partido oficial a Miami —el Girona-Barça— fue bloqueada por la RFEF y la FIFA.

A falta de confirmación oficial, los jugadores de Primera parecen dispuestos a hacer visible su descontento. Un silencio de treinta segundos que, si se concreta, podría resonar con fuerza en todos los estadios del país.