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·30 de junio de 2024
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·30 de junio de 2024
No es casualidad que en el Veltins-Arena de Gelsenkirchen se haya entonado por unos minutos el "Hey, Jude!"; la famosa canción de The Beatles que, prácticamente, ha ganado un nuevo significado gracias a Jude Bellingham. Cada vez son más los rincones que el centrocampista conquista y, al mismo tiempo, son más las noches en las que se erige como un futbolista diferencial y con un talento incalculable. Inglaterra, que ya está en cuartos de la Eurocopa, tiene mucho por agradecerle.
En el fútbol siempre hay muchos matices para explicar y definir el rendimiento de los jugadores. A Bellingham se le ha destacado siempre por su gran inteligencia táctica y potencia física, pero se le tendrá que recordar, también, como un futbolista que no sabe rendirse y que se convierte en un líder cuando más se le necesita, cuando menos se le espera... y para lograr lo que parece impensable.
Y es que en el tiempo de compensación, a falta de 30 segundos para que Umut Meler pitara el final, Inglaterra se preparaba para hacer sus maletas y volver a casa como, probablemente, la mayor decepción del torneo: por la instancia que alcanzaban y por el juego, porque en ninguno de los cuatro partidos habían dejado suficientes argumentos para confirmar su condición de favorita. Todo estaba listo para el final, tal vez, de la etapa de Gareth Southgate en el banquillo, pero apareció un jugador de 21 años para cambiar la historia y dar un rayo de esperanza.
El balón que peinó Guédhi le quedaba muy atrás a Bellingham y optó por la única acrobacia que le podía dar resultado; la chilena. Firmó un remate preciso, limpio y en el que absolutamente nada podía hacer Dubravka para evitar su segundo tanto de la competición. El más especial de todos y el que señaló el camino para que, en el comienzo de la prórroga, Harry Kane definiera la eliminatoria. La mejor manera posible de reencontrarse con su espíritu más guerrero, que ha demostrado en el Real Madrid, y cambiar la dirección de un torneo que, hasta ahora, había dejado una versión muy gris suya.
El centrocampista, que viene de una temporada pletórica con la Casa Blanca, ha sido un reflejo exacto de lo que ha sido Inglaterra en toda la Eurocopa. No le ha encontrado 'sitio' Southgate, como al resto del equipo, y su participación ha sido mínima. Casi decepcionante en lo que a sensaciones se refiere, pero tiene eso que cada vez es menos común en el mundo del fútbol. Bellingham, no solo por lo de hoy, está llamado a ser uno de los 'grandes' del deporte y tardes así lo confirman. Hay que ser muy ciego para no reconocerlo.