Fondo Segunda
·21 de agosto de 2025
El goleador italiano que el Dépor persigue

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·21 de agosto de 2025
En A Coruña vuelve a sonar fuerte una palabra que emociona al deportivismo: ilusión. El RC Deportivo, recién instalado en su regreso a LaLiga Hypermotion, ha puesto sus ojos en Samuele Mulattieri, delantero italiano del Sassuolo, según ha informado el periodista Gianluca Di Marzio. Una apuesta que no solo habla de números. Sino de la ambición de un club como el Dépor que quiere mirar hacia arriba con paso firme.
Mulattieri, de 24 años, llega de firmar una campaña notable en la Serie B con el Sassuolo, disputando 32 partidos con 9 goles y 3 asistencias. Sus cifras no son las de un goleador descomunal. Pero sí las de un delantero con colmillo, movilidad y capacidad para asociarse. Zurdo, con olfato y buena lectura de los espacios, se ha ganado un nombre en el fútbol italiano como un atacante fiable. De esos que convierten medio suspiro en ocasión.
Foto: Alessandro Sabattini/Getty Images
El Dépor confía en un factor determinante: la voluntad del propio Mulattieri. El jugador estaría seducido por la idea de dar un salto en su carrera probando fortuna en el fútbol español. En un club de masa social gigantesca y estadio de Primera como Riazor. Sin embargo, la operación no es sencilla. El Sassuolo, dueño de sus derechos, todavía no ha cerrado un acuerdo con los coruñeses. El margen de negociación se presenta como un pulso en el que la firmeza del club gallego se medirá frente a las exigencias del conjunto neroverde.
La apuesta por Mulattieri responde a una necesidad evidente. El Deportivo busca reforzar su frente ofensivo, consciente de que la Segunda División es un campeonato que premia el gol casi tanto como la solidez defensiva. En un equipo que ya ha armado un bloque competitivo, añadir un atacante de garantías podría ser ese plus que marque la diferencia entre navegar en la media tabla o pelear por el ascenso.
Así, en los últimos días han surgido multitud de nombres asociados al conjunto coruñés. Todos ellos de delanteros referencia para el equipo. Con la vitola de futbolista de categoría. De atacante potente para poner la guinda a una plantilla que ilusiona con el ascenso.
En el horizonte se dibuja la figura de Mulattieri como un estandarte posible. Una bandera de ilusión para un estadio que sabe latir con fuerza cuando un delantero enamora. Porque el Dépor, tantas veces herido por la ausencia de un nueve diferencial, sueña con encontrar en el italiano ese faro que guíe su regreso definitivo a la élite. Si el acuerdo llega a buen puerto, Riazor habrá encontrado un nuevo ídolo en el arte eterno del gol.