El Granada prueba y rota para darle una vuelta a la clasificación | OneFootball

El inicio del Granada en La Liga ha estado marcado por la inestabilidad, cambios constantes y las pruebas de Pacheta. Con un solo punto sumado en cinco jornadas, el técnico nazarí no ha dejado de buscar alternativas, tirando de todo al personal y utilizando ya a 28 jugadores diferentes en este arranque de curso.

Un carrusel de nombres constante

Pausa de hidratación en el partido contra el Depor / Granada Digital

Desde el estreno frente al Deportivo de la Coruña, condicionado por un mercado todavía abierto. El entrenador rojiblanco había sido obligado a improvisar. Jugadores como Weissman, Stoichkov y Insua tuvieron protagonismo aquella primera cita pero poco después abandonaron el club. También debutaron los canteranos Cortés y Gambin, este último ya devuelta en el filial.

Una semana más tarde, con la plantilla ya definida, Pacheta comenzó a dar la entrada a los recién llegados. Contra el Eibar se estrenaron Arnaiz, Fayé, Pascual y Hormigo, acompañado por los canteranos, como Pere Haro y Dominique.

El carrusel de nombres continuó. Con la salida de Stoichkov, aterrizó el delantero Bouldini que dejó buenas sensaciones en su debut, pero este se encuentra en sala de enfermería por un percance en el derbi andaluz. Y ya sobre el límite del mercado llegaron Álex Sola y Gagnidze, sumando más variantes al equipo. Incluso después del cierre el club incorporó a Rubén Alcaraz que ha tenido ya minutos con la elastica rojiblanca.

Decisiones inesperadas y objetivos por alcanzar

Alex Sola y Rubén Alcaráz / Burgos Conecta

Seis jornadas, 28 futbolistas y tan solo se han sumado dos puntos, una relidad impensable de imaginar. El Granada sigue sin dar con la tecla, pero la apuesta de Pacheta es rotar y probarlo todo hasta encontrar inmediatamente resultados. Todo lo sucedido refleja la necesidad por encontrar ya un avance sólido que permita salir de la zona baja de la clasificación.

Finalmente el Granada logró sumar en el día de ayer un punto, un empate que sabe poco por la necesidad de las victorias, pero que deja la sensación de que Pacheta empieza a dar con un plan reconocible. El técnico burgalés apostó por un 4-3-3, un dibujo con el que buscó mayor equilibrio entre defensa y ataque, ya que la defensa de tres no funcionaba. Se espera que contra el Huesca se mantenga el mismo esquema, pero con más proyección en la zona de ataque para sumar si o si ya de tres.

Adaptación y búsqueda de indetidad

Pacheta en el banquillo frente al Burgos / Granada CF

Pero la principal sorpresa contra el Burgos llegó con la alineación inicial, el capitán Sergio Ruiz se quedó en el banquillo, un movimiento que sorprendió a muchos, pero debido a su ausencia dejó brillar a un Rubén Alcaraz, bastante notable. Otra de las novedades fue en defensa, donde Loïc Williams no fue titular ya que el zaguero estaba mostrando un nivel por debajo de lo exigido.

A pesar de los escasos puntos, y la adaptación de un nuevo sistema dejan señales de que el equipo comienza a encontrar ya su identidad. La temporada es larga, pero cada jornada es crucial y el equipo necesita ya claridad de ideas para revertir la clasificación. Pacheta, con su enfoque metódico y flexible, parece estar dispuesto a seguir buscando soluciones, que ahora lo tiene un poco más sencillo con la vuelta de Diallo a dinámica competitiva.

Y poco se queja el técnico con la papeleta que le ha tocado, desde la dirección deportiva se le prometieron objetivos ilusionantes y fichajes. Ahora el burgalés se topa con la cruda realidad salir del descenso para no caer en el infierno. Aunque este no muestra descontento con la plantilla. Valora el esfuerzo de los jóvenes y desde un principio supo que iba a pagar grandes errores.