El imaginario colectivo granota sueña con su 'Champions' en Burgos | OneFootball

El imaginario colectivo granota sueña con su 'Champions' en Burgos | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: Mundo Levante UD

Mundo Levante UD

·23 de mayo de 2025

El imaginario colectivo granota sueña con su 'Champions' en Burgos

Imagen del artículo:El imaginario colectivo granota sueña con su 'Champions' en Burgos

Muchos leerán estás líneas nada más publicarse. Algunos lo harán ya de noche, en ese momento donde las jugarretas de entusiasmo de la mente fuerce a horas de insomnio. Y otros se remitirán a la mañana siguiente, en un intento desesperado por intentar desconectar de todo por unas horas. Para los granotas está siendo la semana más larga de los últimos años. No pasa el tiempo. Se comprueba que las agujas del reloj no estén paralizadas. Tic - tac. Sí, avanzan, pero muy lentamente. Porque solo es viernes y aún quedan otras largas horas de espera hasta plantarse en Burgos. Ese es el único resonar ahora mismo en el imaginario colectivo para la gente del Levante UD: Burgos, Burgos y Burgos.

- El Levante UD y su afición sueñan ya con el ascenso a Primera División (@A. Benetó | LUD) -


OneFootball Videos


Decía Julián Calero en su comparecencia previa: "Esta es mi Champions. Para mí lo más importante del mundo es lo del domingo". A uno de los grandes artífices de lo que ya se presupone como el sexto ascenso a Primera División de la centenaria historia levantinista no le falta razón. Él, que en El Plantío ya triunfó, desea culminar un sueño que está más cerca que nunca de hacerse realidad.

Porque al granota de verdad, al de siempre o al desde hace muchos años, con eso le vale. Su particular final de Champions es ese Burgos CF - Levante UD. No hay ahora nada más en todo el mundo. No hacen falta títulos; tampoco euforias frecuentes. El fútbol no es eso. Son los sentimientos del día a día, sin los prejuicios ni avergonzarse del "qué dirán" el resto. Bien sabe el seguidor del decano valenciano que este es un hijo que da más escarmientos y disgustos que celebraciones por las que sentirse satisfecho. Pero cuando estas se producen, son una adrenalina increíble. No es necesario más.

Ese nivel de adrenalina está a unos niveles mayúsculos. Se intenta imaginar cómo serán las largas horas muertas en autobús, tren o en coches particulares, en este último caso incluso tirando del boca a boca por completar plazas y dar facilidades a gente que ni siquiera se conoce aún en persona. Lo que es difícil de vislumbrar es en qué desencadenará si el pitido final del domingo en torno a las 20:30 horas concluye con un ascenso. Gritos al viento, lágrimas y abrazos entre desconocidos serán los ingredientes principales. Unos desconocidos que no lo son en realidad tanto. Todos serán granotas. Todos son una familia que comparte imaginario colectivo.

Ver detalles de la publicación