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La Galerna

·3 de agosto de 2025

El juez que pisoteó la salud del Real Madrid

Imagen del artículo:El juez que pisoteó la salud del Real Madrid

(Nota: este texto del jurista Miguel María García-Caba fue originalmente publicado en su cuenta de X, @mmgarciacaba).

El 9 de julio de 2025, José Alberto Peláez, Juez Único de Competición, recibió la solicitud de aplazamiento de un partido de Primera División. Urgente. Necesaria. No era un capricho: era evitar que futbolistas recién llegados del Mundial de Clubes jugaran sin el descanso mínimo.


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La respuesta llegó el 31 de julio. Veintidós días después. Suficiente para cerrar el despacho, irse de vacaciones y dejar el asunto cogiendo polvo. La urgencia, ignorada. El sentido común, enterrado.

Lo que firmó no fue una resolución: fue un portazo. Un portazo a la medicina deportiva. A la lógica elemental. A la integridad de la competición.

Se refugia en el reglamento. Siempre el reglamento. Pero todos sabemos que cuando interesa se interpreta, se adapta, se dobla. Esta vez no. Esta vez se aplicó como un martillo. Y el club más golpeado fue, objetivamente, el Real Madrid.

Por encima de Peláez, en la torre de mando, está Rafael Louzán Abal, el violinista del Titanic que sonríe mientras el barco se hunde. Y sobre todo, Javier Tebas Medrano, presidente de LaLiga, vicepresidente de la Federación… y con una conocida animadversión contra el Real Madrid. No es un pasajero más: es el patrón del barco. Marca el rumbo. Decide el objetivo. Y señala dónde disparar. No olvidemos que, antes de que Peláez dictara su resolución, Tebas ya había hecho declaraciones públicas diciendo que no debía aplazarse el partido y criticando abiertamente al Real Madrid.

un golpe así no es neutro. Cambia dinámicas. Cambia estados de forma. Cambia resultados. Un punto perdido en agosto vale lo mismo que en mayo. Este no aplazamiento no es solo un golpe a un partido: es un golpe a la temporada

¿De verdad alguien cree que un juez que depende de la Federación, cuyo vicepresidente ya ha marcado la línea públicamente, puede decidir sin esa sombra sobre su mesa?

En cualquier sistema serio, ese comportamiento sería inaceptable, porque no basta con que un juez sea imparcial: también debe parecerlo.

Y lo mismo -o incluso más- debe exigirse a un vicepresidente de la Federación, que no debería anticipar públicamente el sentido de una resolución ni cargar contra una de las partes. Porque, cuando lo hace, no solo contamina la apariencia de imparcialidad del juez: contamina a toda la institución.

Imagen del artículo:El juez que pisoteó la salud del Real Madrid

Esto no es independencia. Esto es manipulación. La Liga 2025/26 arranca viciada, alterada, manipulada. Un equipo empieza en inferioridad física y táctica por decisión, no por casualidad.

Hablan de “integridad de la competición”. ¿Integridad? ¿Hacer competir a un equipo agotado mientras otros tienen semanas de preparación? ¿Aplicar la norma como garrote para unos y como alfombra roja para otros? Eso no es integridad: es control. Es ajuste de cuentas.

Y que nadie se engañe: un golpe así no es neutro. Cambia dinámicas. Cambia estados de forma. Cambia resultados. Un punto perdido en agosto vale lo mismo que en mayo. Este no es solo un golpe a un partido: es un golpe a la temporada.

El juez que debería proteger la competición se tomó 22 días para decir “no”. Así empieza el campeonato: con el calendario ya manipulado. Y la pregunta queda: si esto pasa antes de que ruede el balón, ¿qué vendrá cuando lleguen las decisiones arbitrales?

El fútbol no se defiende con discursos huecos. Se defiende con hechos. Y el hecho es este: José Alberto Peláez ha firmado un golpe directo a la salud de los futbolistas y a la igualdad de la competición.

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Y ahora el foco se desplaza. Porque esta historia no termina aquí. Ahora tocará decidir al Comité Nacional de Segunda Instancia, que presumiblemente tendrá sobre la mesa el recurso del Real Madrid. La pregunta es clara: ¿tendrán el valor de corregir una decisión que huele a trato desigual, o se limitarán a refrendarla para no incomodar a quienes marcan el rumbo desde arriba? Que nadie lo olvide: este órgano también forma parte de la estructura federativa. Y aquí, la independencia no solo hay que ejercerla: hay que demostrarla.

Hoy ha sido el Real Madrid. Mañana puede ser cualquiera. Porque mientras José Alberto Peláez firme desde el despacho y Javier Tebas marque el rumbo, la justicia deportiva no estará en los estadios. Estará de vacaciones, Y la música seguirá sonando en ese barco a la deriva, con el violinista Rafael Louzán tocando como si nada.

Getty Images

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