Fondo Segunda
·29 de diciembre de 2025
El Leganés firma gol como declaración de intenciones

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·29 de diciembre de 2025

Hay fichajes que no necesitan presentación. Basta con entender el contexto para medir su impacto. El CD Leganés llevaba semanas pidiendo a gritos un delantero que cambiara el pulso de sus partidos, alguien que transformara la ansiedad en confianza y los centros al área en goles. Y lo ha encontrado. Álex Forés será futbolista pepinero en la segunda mitad del campeonato, en una operación que el club ha sabido cocinar en silencio y cerrar con determinación.
Primero fue Ángel García quien deslizó que uno de los recién descendidos había ganado la carrera por uno de los delanteros más cotizados del mercado. Después, Matteo Moretto puso nombre y apellido al destino: Butarque. El Leganés había convencido al Villarreal y al jugador. El golpe estaba dado.
No es casualidad que su nombre haya estado en la agenda de media categoría. Álex Forés es un delantero moderno, capaz de atacar el espacio, fijar centrales y ofrecer soluciones en contextos adversos. Formado en la cantera del Villarreal, ha demostrado personalidad y olfato cuando ha tenido continuidad, algo que en este momento de su carrera necesitaba recuperar.
Para el Submarino Amarillo, la cesión es una apuesta lógica: minutos de calidad en una liga exigente. Para el Leganés, es mucho más que eso. Es la llegada de un perfil que no tenía y que explica por qué Andrés Pardo ha apretado hasta el final para cerrar la operación. Forés no ha funcionado en un Real Oviedo de Primera y debe volver a demostrar que está para cosas importantes.
Los números del Leganés en esta primera parte de LaLiga Hypermotion han reflejado una realidad incómoda: competitividad sin recompensa suficiente. El equipo ha sido sólido, trabajado, reconocible, pero le ha faltado colmillo. La falta de pegada ha lastrado su posición en la tabla y ha convertido demasiados empates en oportunidades perdidas.
La llegada de Forés no es solo un parche, es una declaración de intenciones. El club no se resigna a una temporada gris. Quiere mirar hacia arriba, recuperar terreno y hacerlo desde una idea clara: fortalecer el área rival para liberar al resto del equipo.
No todos los fichajes invernales responden a la urgencia. Los mejores nacen del convencimiento. Andrés Pardo ha construido su carrera en esa frontera entre la necesidad y la coherencia, y este movimiento encaja a la perfección en su manual. Forés es joven, ambicioso y llega con hambre, tres ingredientes imprescindibles para triunfar en una categoría tan larga como cruel.

Además, el Leganés ofrece un contexto competitivo ideal: presión alta, laterales profundos y un equipo que genera situaciones de remate. Si el delantero responde, el impacto puede ser inmediato.
Para Álex Forés, Butarque es una oportunidad y un examen. El delantero sabe que esta cesión puede marcar su futuro inmediato. La Segunda División es un escaparate despiadado, pero también justo: quien rinde, progresa. Quien marca, crece. Y el Leganés necesita precisamente eso, un futbolista que convierta el trabajo colectivo en resultados tangibles.
No hay opciones de compra ni discursos a largo plazo. Hay presente. Hay urgencia. Y hay ambición.
El mercado de invierno no garantiza milagros, pero sí permite reescribir historias. El CD Leganés ha decidido hacerlo desde el área rival. Con la llegada de Álex Forés, el mensaje es claro: el Leganés no se rinde, no especula y no espera a que otros decidan por él.
En LaLiga Hypermotion, donde cada punto pesa como una losa, fichar gol es fichar esperanza. Y en Butarque, esa esperanza ya tiene nombre propio: Álex Forés.









































