Fondo Segunda
·28 de diciembre de 2025
El Leganés se agarra a la memoria en el mercado

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·28 de diciembre de 2025

El fútbol también sabe de urgencias. De noches largas mirando la clasificación y de decisiones que no admiten demora. El CD Leganés ha cerrado el año en puestos de descenso en LaLiga Hypermotion, una posición que pesa como una losa en un club acostumbrado a competir con dignidad y ambición. Por eso, la confirmación de Igor Oca como técnico titular no ha sido un punto final, sino el inicio de una reacción.
Butarque necesita esperanza. Y a veces, la esperanza tiene nombre y apellido.
La apuesta por Igor Oca no es solo una elección deportiva, sino un mensaje de estabilidad en medio de la tormenta. El club ha decidido confiar en un perfil que conoce la categoría y entiende la necesidad de construir desde el orden, la intensidad y la convicción. Pero ningún entrenador obra milagros sin herramientas.
El Leganés lo sabe. Y por eso ha activado el mercado invernal con una idea clara: reforzar el talento ofensivo y recuperar identidad.
Fondo Segunda puede confirmar en exclusiva que el primer fichaje invernal del CD Leganés será Dani Raba. El futbolista, actualmente en el Valencia CF, regresa a Butarque tras un periodo en el que apenas ha contado con minutos en Mestalla. Vuelve a un lugar que conoce, donde ya dejó huella y donde su fútbol siempre encontró sentido.
No es un fichaje al azar. Es una decisión cargada de simbolismo y lógica deportiva.
Dani Raba es ese tipo de jugador que entiende los tiempos del partido. Extremo o mediapunta, capaz de romper líneas, asociarse y asumir responsabilidades en campo rival. En una categoría como Segunda, donde los partidos se deciden muchas veces por detalles, contar con futbolistas capaces de generar desequilibrio es oro puro.
El Leganés ha sufrido esta temporada para convertir dominio en goles. La llegada de Raba apunta directamente a ese problema estructural: falta de colmillo en los metros finales.
Más allá de lo futbolístico, el regreso de Dani Raba tiene un impacto emocional. El vestuario recibe a un jugador que conoce la casa, la afición recupera una cara reconocible y el club lanza un mensaje inequívoco: no se resigna.

El fútbol, en situaciones límite, también se juega desde la cabeza. Y este movimiento devuelve ilusión a un entorno que empezaba a convivir con el miedo.
Nadie puede garantizar que un solo fichaje cambie el destino de una temporada. Pero sí puede ser el primer ladrillo de una remontada. Raba llega con la necesidad de reivindicarse, con hambre de minutos y con una deuda emocional con un club que siempre confió en él.
Igor Oca tendrá ahora una pieza que puede marcar diferencias en la segunda vuelta. Un jugador capaz de acelerar el ritmo cuando el partido se atasca y de ofrecer soluciones cuando el plan inicial se queda corto.
El CD Leganés ha decidido mirar al invierno con valentía. Apostar por Dani Raba es apostar por la memoria, por el talento y por la posibilidad de reescribir la temporada. No es nostalgia; es estrategia.
La escalada empieza ahora. Y en Butarque, el reloj ya ha comenzado a correr.









































