Pase Filtrado
·16 de julio de 2024
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Marco Valencia es un entrenador que se ha dedicado, en mayor parte, a dirigir menores en el fútbol. Desde hace cinco años, es jefe de la Unidad Técnica de Menores de Melgar. Durante ese lapso, el menor de los hermanos Valencia ha asumido interinamente la dirección técnica del equipo principal hasta en cuatro ocasiones, contando la actual. Mal no le fue. Tras el rotundo fracaso que significó la arriesgada apuesta por Pablo de Muner, la dirigencia encabezada por Jader Rizqallah decidió darle la oportunidad al hermano de Wilmar. Razones sobraban. Conoce a los jugadores. Y ni que hablar de los jóvenes.
Pero el vínculo entre Valencia y Melgar no fue fácil de concretarse. Hubo discrepancias que son importantes de mencionar. El mismo Marco declaró: “Si hubiera otro comando técnico, habría otro respaldo”, dijo en sus primeros días del actual proceso y cuando los resultados comenzaban a ser positivos. Y tiene razón el bueno de Marco, cómo no va a pensar eso si se enteraba que seguía en el cargo por las noticias de las redes sociales. Moléstese, está en todo su derecho. Al extranjero no se le trata igual y se debe valorar el crecimiento notable de un estratega nacional.
Marco decidió darles más protagonismo a dos jugadores vitales para el plantel. Y desde el banco. Kenji Cabrera y Jefferson Cáceres. El primero ya tuvo luces; al segundo no lo conocemos tanto. Cáceres llegó a las divisiones de Melgar procedente del Club Esther Grande de Bentín. Estuvo bajo la atenta supervisión de Marco Valencia, cómo no. Rudy Estremadoyro, periodista arequipeño del medio Zoom Sports que sigue de cerca la actualidad del Dominó, me cuenta que Valencia intercedió para que de Muner tenga en cuenta a Cáceres, pues la intención del argentino era desafectarlo.
Estremadoyro prosigue: «Hoy por hoy vemos a un jugador que te marca la diferencia. es un jugador conchudo, muy rápido. Los goles y pases gol que tienen lo avalan», sostiene sobre el joven Jefferson Cáceres.
Y ahí entra a tallar el ojo de Marco. Le dio en el blanco. Cáceres registra seis goles y cinco asistencias en la temporada. Buenos números para un delantero, peruano y de 21 años. Cómo si estemos, nacionalmente, para darnos el lujo de no aprovecharlo. Pero ese es otro tema. Sigamos con números. Esta vez con los de Melgar. Realmente alucinantes. Desde que el equipo arequipeño perdió con Universitario en Lima por 2-0, Melgar ha jugado 14 encuentros por el torneo local, 12 ganó y 2 empató. De locos. Además, en los últimos cuatro encuentros, ha anotado al menos tres goles. En la primera fecha del Clausura, golearon a Cusco FC en la Ciudad Imperial por 3-0.
El cuadro arequipeño tiene un proyecto ambicioso con las divisiones menores del club: este año inauguraron su Centro de Alto Rendimiento y también firmaron una alianza con Talleres de Córdoba, equipo argentino, para trabajar de la mano e impulsar pasantías. Estamos hablando de un club con una propuesta firme en el futuro y que podría llevarse de encuentro a los tres grandes de Lima. Y no se quedan ahí, para el Clausura, Melgar trajo de vuelta a Valentino Dressino, preparador físico de Néstor Lorenzo en la Selección Colombia subcampeona de América y que estuvo en la etapa del argentino Melgar, en 2022.
Melgar mete miedo. Y qué bueno. Porque lo dirige un peruano, y en nuestro país no se encuentran estos casos cuando levantas una piedra. Es, sin dudas, el rival más complicado de la Liga 1. La U y Cristal visitan en este Clausura. El actual campeón tuvo la dicha de enfrentarlo en las primeras fechas, cuando el equipo no se encontraba; los Cerveceros sufrieron al Dominó en el Nacional. Y Alianza lo recibirá en Matute, el año pasado estuvo muy cerca de vencerlo. Ojo con el Melgar de Marco Valencia, porque es cosa seria.